He analizado con frialdad las últimas alternativas que se han concedido en estos días y, la pregunta, sería la que sigue: Ya eres matador de toros. ¿ Y ahora qué?. Ahora, claro, a esperar el milagro puesto que, de no ser asi, menudo panorama el de estos chavales ilusionados que, muchos, sin que se dieran cuenta, les proponen una alternativa de “lujo” para que, a sabiendas de que los toros no van a valer y, de ese modo, como no habrá triunfo, es la forma más “elegante” de quitarse de en medio a los que piden ser contratados. No voy a dar nombres actuales pero, como referencia, sí diré que, Raúl Blázquez, el torero valenciano que, en su día, le dieron la alternativa en Valencia, el día grande por excelencia, con el cartel de más tronío y, nunca más se volvió a vestir de luces. En aquella ocasión, la corrida no sirvió y, a las figuras, no les molestó para nada pero, Raúl Blázquez quedó retirado del toreo por el artículo 33.
Honradamente, lo de todos estos chicos que, ilusionados, acuden a la alternativa, es algo que, sinceramente, no se si es digno de lástima o de admiración: cada cual que lo tome como quiera. Yo si digo que, la aventura, casi siempre es nefasta. Todos los puestos están ocupados; toreros, sobran por todos los lados, incluso de los que no piden ni una sola peseta que, en definitiva, son el noventa por ciento del escalafón. En los tiempos actuales, lo peor no es llegar a matador de toros que, como explico, queda uno en manos del destino; lo más sangrante es la acumulación de deudas por parte de todos los montajes a que han sido sometidos los chicos en que, las deudas, alcanzan caracteres de locura, todo, a la espera de que se produzca el milagro y, llegado el triunfo, poder pagar tanta deuda nefasta.
Para colmo, las ferias de agosto, inclusive de septiembre, ya están todas montadas. Siendo así, ni los posibles triunfadores de la feria de San Isidro, podrán tener acceso a ninguna feria de relevancia. Y hablamos de hombres que, por favor, algunos, como explico, están incluidos en la feria madrileña. ¿ Qué será de todos aquellos que, sin estar en Madrid y con la sola ilusión de su alternativa, hacia dónde podrán llegar? Mal futuro y peor presagio el de unos hombres que, muchos de ellos, incluso atesorando condiciones más que sobradas para la profesión, jamás tendrán acceso al gran banquete de la fiesta, en manos siempre del poder y con nulas entradas para los noveles. El problema de todo ello es que, esto es como la pescadilla que se come la cola; no toreo porque no me ponen y no me ponen porque no toreo. Difícil papeleta para tantos hombres que, ante su futuro, solo cabe rezar para que, como ha ocurrido otras veces, llegue el milagro y pueda solventar lo que nos parece imposible.
Y dice todo esto alguien que, como yo, no soy sospechoso de adular nadie y, mucho menos, a los que adula casi todo el mundo que, en este caso, son las figuras de turno que, con sus armas, saben comprar, en dinero o especies, a los informadores que, con solo aparecer en los hoteles y abrazar a sus ídolos, con ello ya son felices.