Se hace necesario un diseño para muchas cosas y en política no podía ser menos. Ahora, en este tiempo que vivimos, se está desarrollando lo que un día se diseñó con sumo cuidado, con gran precisión. No alcanzo, aunque pueda sospecharme algo, quiénes, cómo y cuándo lo diseñaron meticulosamente, pero de lo que estoy totalmente seguro es de que lo hicieron. Muchos detalles lo indican: Operación “La soledad del PP”.
Ninguna otra estrategia podría ser más rentable que divulgar a los cuatro vientos, y repetido un millón de veces, que el PP está sólo en lo que se refiere a una idea de España y de la política. Teniendo en cuenta la facilidad con que se digiere en las filas de la izquierda eso de la derecha reaccionaria, el fascismo, Franco, la guerra civil, etc., no sería difícil ir instalando en la calle (naturalmente la de los crédulos más fáciles) que no es posible tener con ellos modernidad, progresismo (con lo que vende eso) ni esa “bendita solidaridad” que suele estar en la boca de todos los progresistas pero que luego se limitan a expresarla (no ejercitarla) cuando gobiernan los adversarios. Sólo se está verbalmente con los damnificados, de forma ostensible y masiva, si éstos coinciden gobernando la derecha, de lo contrario, se guardan las pancartas y todo es fruto de la casualidad.
Pues bien, para hacer todo esto, y con ello anestesiar y adoctrinar a las masas, le hacían falta muchas cosas al diseño. Lo que sí sabían es que la derecha es cómoda por naturaleza (pocas manifestaciones), reflexiva y no violenta (nada de cercar sedes de partidos, agredir políticos o romper contenedores) y que su maquinaria de movilización tarda mucho en engrasar (con lo que está cayendo y ni una sola movilización popular, ni una represalia). Estas premisas les daban mucho tiempo de ventaja para cumplir con sus planes y alcanzar sus fines.
Manos a la obra. Lo primero que había que garantizarse era ganar las siguientes elecciones. No era fácil pero tampoco imposible como se demostró. Un brutal atentado cambió por completo el resultado previsto y aquello, como decía la sentencia de los Urquijo, fue hecho "sólo o en compañía de otros". Aquella sentencia ya me dio, en su día, pistas a mí para saber que cuando no se encuentran (porque no hay o porque se esconden muy bien) otros cómplices o ejecutores, la justicia tira p´alante con el que mejor tenga a mano. Si eso quedó claro en aquella sentencia para mí, también le pudo quedar claro a otros y obrar en consecuencia. El caso es que el atentado y la utilización de los supuestos motivos del mismo, propició el vuelco electoral. Justito pero suficiente.
Tocaba garantizar la estabilidad y eso estaba garantizado si, previamente, se habían dado los pasos necesarios. El experimento se había realizado en Cataluña con éxito (ya se ha visto, que se necesitaba para algo, no para consolidarse en nada permanente) y era extrapolable al conjunto de España. Con los mismos mimbres se puede hacer el cesto, decía el borrador -luego ya famoso esto del borrador, será la costumbre- de diseño. Si todos nos unimos, un todo a cien, podemos escenificar que el PP está solo. Eso ira instalándose en la sociedad, con la ayuda de todos los medios que existen, (no esperaban que se negaran unos poquitos) y ello dejará en la más absoluta indigencia las ideas de los de la derecha.
Como ya hemos dicho, contaban con que la derecha no se moviliza como no sea para ir a misa. Por cierto, también había que distraerles con lo de la Iglesia. Mientras protestaban con lo de la religión y la boda de los homosexuales, ponían de manifiesto ante los ojos de los progres lo intolerantes que son. Además de estar distraídos con eso, mala imagen ante las huestes de izquierda que si oyen hablar de iglesia cierran filas; de igual modo, bien manipulado el mensaje, el negarse a que los homosexuales celebren matrimonios, hacía más radicales, otra vez ante los ojos pobres, ¡perdón, ojos progres! a esta gente de las cavernas. Un diseño de lujo.
De la necesidad virtud. Ya hemos dicho que son un “todo a cien” y eso tiene que tener su precio. Precio que sirve en la doble dirección: tu me das, yo te doy. De ahí el reparto de los esquilmadores de España: a tanto el estatuto. Pero todo esto tenía que tener un objetivo más ambicioso, de más nivel. Ese era el pacto con ETA. Perpiñán a su lado se quedaría en una de monaguillos o... el inicio del diseño. Recuerdan tanto rasgarnos las vestiduras por aquello del Carod, ahora todos los días con Ternera y encima con la bendición de más votantes que los que ostentaba el Rovira. Ese es el supuesto final: Yo te doy lo que tu quieras, pero no vuelvas a matar. Sólo que eso ya se lograba antes, pues antes de ser gobierno, llevaban los asesinos, por distintos motivos y políticas, un año sin matar.
Claro que me queda una duda cada vez que les oigo decir la letanía que tanto les satisface: tres años sin muertos. Digo yo, que el primero de los años no se lo podrán adjudicar, salvo que ya, y hay datos que lo apuntan, ya estuvieran en esas fechas dándose el pico con los terroristas. Eso si justificaría, ¡qué bochorno! que se les llene la boca cada vez que lo pronuncian. Lo cierto, es que por aquél entonces apoyaban al gobierno del PP en la lucha antiterrorista y cambiaron la táctica después de llegar al gobierno. O lo que es igual, nada es igual desde el 14 de marzo y que sepamos no fue el cambio de gobierno motivado por las malas políticas antiterroristas. Ni ellos han utilizado ese argumento nunca y los que votaron PSOE tampoco motivaron en ese “fracaso” contra ETA su voto. Hemos de convenir entonces, que ese cambio de política tiene que tener otra motivación.
El pastel. El final de cualquier comida u homenaje suelen ser los pasteles (un amigo mío, coronaba siempre con un pastel). Y es aquí donde está el pastel, en el postre, donde convergen todos los platos anteriores. Para cambiar un gobierno, hizo falta un atentado terrorista; para acompañar al gobierno que salió hace falta que le apoyen todos los independentistas; los independentistas defienden las mismas teorías y objetivos de los terroristas (aunque lo hagan de distinta manera); luego, todos estos se complacen en que el gobierno camine en esa dirección. Todas las fuerzas, políticas o no, hacen presión en la misma dirección. Todo eso lleva a una vía engrasada hacia la aceptación de las tesis independentistas o republicanas (que también lo introducen para incordiar y violentar mas a la derecha monárquica), vía terrorismo o no. Salvo los marginados y “solos” del PP que están en un discurso radical. No me dirán, un diseño de alta costura.
Claro que para parar esta tropelía, preservar la memoria de las víctimas de esta larga historia, entre los que se encuentran socialistas que nunca pensaron que estaba el precio tan bajo por un muerto, dar la vuelta a esta traición, a tantas cosas que parecían olvidadas, se necesita que se rebele la derecha. Si lo hace y se inundan las calles bajo el lema “no pasarán” pongo por ejemplo, su diseño, bien orquestado, dirá que ya están otra vez los herederos del franquismo, que no aceptan la democracia. Estigmatizar la derecha es lo mejor que saben hacer y lo que mejor les suelen escuchar. A veces pienso que no saben hacer otra cosa, pero les va bien en la historia. Provocar, provocar, que cuando se rebelen tienen mas carnaza para dar a comer a sus fieles.
La fiscalía al servicio del pueblo... independiente de Euskadi. Aquellos que mataron a los nuestros, humillaron a sus familias, no se arrepintieron jamás, ni entregaron las armas, ni paran de incordiar y extorsionar, día sí y día también, puede salirles muy barato el objetivo; además de haber vivido sin trabajar todos estos años, mientras los demás hemos sostenido España y sus regiones, con aspiraciones independentistas, también. Un gobierno, él sabrá por qué, aunque nos lo sospechamos algunos, tiene en esos terroristas sus interlocutores. ¿Desde cuándo? ¿Por qué?.
Se podrá cerrar con éxito el diseño previsto. Así lo imaginan ellos, pero mucho me temo, y deseo, que ese no sea el cierre a este despropósito y traición. Traición al PP con quienes pactaron leyes de persecución al terrorismo (ahora suena a cachondeo lo de persecución), traición a las víctimas, traición a los ciudadanos a los que no advirtió en el programa electoral (todo lo contrario) de que lo prioritario era ceder ante la ETA, traición al estado de derecho, pues cada día está más torcido, traición incluso a Europa a la que se llevó, también los socialistas, una inclusión como grupo terrorista de Batasuna y ahora se les lleva a tomar café y a que les escuchen, traición al sentido común que indica lo contrario de lo que están haciendo...
Si la derecha no se mueve, malo; si lo hace, peor, se magnificará por los medios su “radicalidad”. No hay salida. ¿Qué dirían si los populares contestaran las agresiones a sus políticos y sedes?. En aquellos años 30, hartos ya, pasó lo que pasó. El diseño podría ser otro, pero es el que es.
Así y todo, no les será fácil cerrar con éxito ese diseño, pues existen víctimas, prensa y muchos ciudadanos dispuestos a dejarnos la piel para que se nos tenga más respeto y consideración que a los terroristas por parte de este gobierno de España. No queremos que se instale la pérfida idea, o ventaja, de que ser terrorista esté mejor visto y mejor pagado que ser un ciudadano decente y no digamos víctima de ellos. La partida no ha terminado, ni terminará nunca para quienes hicieron el diseño, mientras haya alguien dispuesto a impedirlo. Yo creía, antes, que eran otros los que no querían la reconciliación. Ahora ya lo se todo.