Es este mundo fascinante donde todo es “posible” y que conocemos como Internet, no podía ser de otro modo que los toros quedaran al margen de esta revolucionaria técnica. El mundo del toro, tan involucionista por el clasicismo de sus gentes, parecía, sólo lo parecía, que los hombres que conforman este mundillo no iban a entrar a formar parte de este medio tan importante, aunque, una vez más, alguien, como susurrado al oído, les dijo a las gentes taurinas que, la mejor revista, la insuperable venta abierta al mundo con toda la información posible, no era de papel precisamente.
Cambian las formas, las técnicas y, gracias a Bill Gattes, los toros y todo el orbe taurino pueden ser visitados en Internet en cualquier lugar de este planeta. El medio, por los resolutivo, poco a poco, iba concitando el interés de todas las gentes y, aunque todavía estamos en embrión al respecto, muchas gentes del toro ya se asoman a esta bella ventana. La inmediatez del medio le hace fascinante. Sepamos que, ocurre cualquier cosa en el mundo y, al instante, la estamos leyendo, la estamos viendo y, en los tiempos actuales en que, nuestro gran valor se llama tiempo, era imprescindible Internet a todos los niveles.
Los hombres y mujeres del toro eran reacios a tan magna novedad; les sonaba como algo de otra galaxia y, seguramente, Alejandro Silveti, el licenciado matador mexicano, que fue el pionero en poner en práctica este invento y que, a su vez, espoleara a los taurinos de todo el mundo y les hiciera ver que, el invento, merecía la pena. A partir del paso hacia delante de Silveti, el mundo del toro, apiñados, se unieron al medio y, ahora, Internet es el escaparate más brillante del panorama informativo español y, por ende, de todo el globo terráqueo.
Toreros, entidades taurinas, las mismas plazas de toros, asociaciones, revistas y cualquier entidad relacionada con la fiesta, todos están dentro de este subyugante medio. Hoy, gracias a Internet, la fiesta de los toros es más internacional que nunca. Lo que era un espectáculo amparado por las gentes de habla hispana, ahora, con esta técnica revolucionaria, somos leídos y contemplados en todos los confines del planeta.
Los propios toreros, sabedores del alcance del medio citado, ya tienen sus páginas web en que, de forma totalmente gratuita, tienen la mejor publicidad del mundo. Alguien les hizo comprender que, los viejos tiempos ya pasaron y que, ahora, las modas no son modismos, sino una realidad palpitante en que, con esta ventana, se les contempla desde todos los rincones del mundo.
Ahora, como todo en la vida, surge la “guerra”, digamos la competencia lógica entre todos los medios taurinos de la web y, la finalidad es la de siempre, hacerlo, todos y cada uno de nosotros, de la mejor forma posible puesto que, de este modo, lograremos la atención del “cliente”. Toda competencia es siempre buena, puesto que, ante todo, estimula y hacer crecer la imaginación de todos cuantos vivimos de este menester, por otro lado, tan bellamente apasionante.