Pido disculpas a quienes alcanzaron a leer durante las pocas horas que permaneció en el espacio, mi artículo anterior que escribí con ingenuo entusiasmo sobre hechos que, releídas las bases, no se ajustaban a la realidad.
Mi optimismo frustrado tiene una explicación y se asemeja mucho al del suicida que habiéndose arrojado al vacío desde un elevado edificio, al pasar por el noveno piso, alcanza a decir: “Hasta ahora vamos bien”, segundos antes de estrellarse contra la dura realidad del pavimento.
Luego que INABIF anulara la pomposamente llamada Licitación Pública Internacional, por las irregularidades cometidas por la SBLM en su convocatoria, se publicaron por Internet nuevas bases en las que el inmoral cobro en especie (entradas) se mantenía aunque el número de abonos exigidos se había reducido de 238 a 168 es decir de 72,000 a 54,000 dólares americanos. Setenta abonos menos en localidades, altas, por supuesto, que no disminuye en nada la falta, porque la inmoralidad, como el embarazo, no se da a medias ni se mide en porcentajes.
En las bases anteriores se penalizaba al arrendatario que no cumpliera con entregar los abonos con el equivalente al 50% del arrendamiento, es decir no menos de 55,000 dólares. Fue por ello que busqué en la lista de obligaciones cuyo incumplimiento estaban penalizadas de esa manera y me di con la grata sorpresa que ya no estaba allí. Pensando que la campaña contra la corrupción iniciada desde Opiniónytoros, hace tres meses, había servido en algo para que al fin la cordura regresara a la Beneficencia para que sus directivos decidieran dejar de lado una censurable práctica que en quince años le ha representado a la institución una pérdida de cerca de un millón de dólares, escribí y publique el artículo que me vi obligado a retirar pocas horas después, cuando, como el suicida del cuento, me estrellé contra la dura realidad: El incumplimiento de la entrega de entradas no estaba penalizada como en las bases anteriores porque había sido trasladada a otra lista, dentro del Art. 29º, en el cual la SBLM se reserva el derecho de:
1. Resolver el Contrato en forma unilateral e inmediata, sin necesidad de procedimiento ni declaración judicial previa, bastando una comunicación mediante Carta Notarial.
2. Tomar posesión inmediata de la plaza de Acho.
3. Hacer efectivas las fianzas otorgadas.
Casi como decir: “Me entregas las entradas o te reviento el contrato y la feria”. Escalofriante ¿verdad?
¿Por qué esa decisión de aumentar la penalidad con amenaza de patear el tablero? ¿Temen que el arrendatario, con la penalidad anterior, se pudiera negar a entregar las entradas? Parece que si y no puedo evitar cierto remordimiento de poder haber contribuido en algo a ello pues, cuando estaba en proceso la licitación anterior, en mi artículo SIN PUDOR NI VERGUENZA del 2 de marzo pasado sugerí, a quien resultara ganador de la buena-pro: "negarse a entregar los (en ese momento) US $ 72,115 en entradas al presidente del directorio y aceptar pagar la multa de 55,000 dólares. Si esto, comercialmente, podía no resultarle atractivo, le brindaría la satisfacción moral de estar contribuyendo al bienestar de mucha gente que necesita ayuda, a la vez que tendría el regocijo de burlar la mala intención de quienes planeaban una repartija indecente." Espero no haber sido yo quien alimentara el temor que despertó al monstruo.
Aparentemente, el nuevo arrendatario no tendrá más remedio que entregarle al presidente de la SBLM los 54,000 dólares que ahora exige en entradas a menos que haga algo que haría yo si fuese postor, siempre en el afán de frustrar indignas pretensiones: En mi segundo sobre (el de la propuesta económica) ofrecería pagar el 15% de la taquilla -el máximo que absurdamente permiten las bases- más una donación anual de 30,000 dólares para brindar una bella Navidad a todos niños y ancianos al cuidado de la institución, poniendo como única condición se me exonere en forma total de la obligación de entregar entradas a la SBLM tal como está previsto para los espectáculos no taurinos al final del inciso l) del artículo 29º de las bases. Considero difícil que alguien pudiera superar tal oferta y el comité encargado del acto público estaría obligado a tomar una decisión que, necesariamente, dejaría en evidencia si actúan en defensa de los intereses económicos de la institución o de sus mezquinos directores y funcionarios.
Por descabellada que pueda parecer mi propuesta, es económicamente factible e inferior a la propuesta más baja de la licitación anulada, que ofrecía el 12% de la taquilla al que había que agregar los $ 72,000 en entradas (antes de la rebaja) que, aunque no figuraran valorizadas en las bases, constituyen gasto real. Veamos el detalle:
Si en las bases el 8% de la taquilla equivale a $110,000, el 12% representará $165.000 a los que sumados los $72.000 de las entradas daría un total a pagar de $237,000.
En mi propuesta, el 15% equivaldría a $206,000 a los que sumados los $30,000 de la donación daría un total a pagar de $236,000. Mil dólares menos que la propuesta anterior.
¿Cree usted amigo lector que los de la Beneficencia serían capaces de rechazar mi oferta? Yo, personalmente, los creo capaces de cualquier cosa para defender sus intereses y hasta podrían llegar a aceptar el 15% de la taquilla rechazando la donación para no renunciar a las entradas. ¿Qué haría yo entonces? No firmaría el contrato. Aunque parezca mentira, en esta licitación no existe carta fianza que obligue a quien gane la convocatoria a firmar el contrato. Si no lo firma, queda de lado y pasa el que sigue, como en la peluquería. Si no hay quien siga, mala suerte, a empezar de nuevo.
En todo lo demás, las nuevas bases son también peores que las anteriores: se irrogan atribuciones que no les corresponde, se erigen sumos pontífices de la fiesta, imponen al empresario que arriesga su dinero y prestigio el cómo y con quién debe montar la feria y cometen los gruesos errores de siempre, agravados con las modificaciones introducidas en algunos artículos con el claro propósito de vengarse de quien en forma indirecta los llevó al banquillo de los acusados del ente superior que, si bien declaró infundada la acusación primigenia, los encontró culpables de realizar la licitación fuera de lo establecido por la ley y ordenó su anulación. Gran papelón de los directores de la SBLM que, sin embargo, no lo han considerado motivo suficiente para renunciar a sus cargos.
Cuando veo cómo se revienta la feria por culpa de estos soberbios personajes quienes - desde su barrera mal habida- quieren mandar en la fiesta y se creen con derecho de aprobar matadores y ganaderías e imponen condiciones al empresario obligándolo a someterse a sus caprichos, me pregunto: ¿No existe un organismo estatal que los llame al orden explicándoles que la misión de la Beneficencia está orientada “a la atención de niños, madres adolescentes y ancianos que se encuentran en estado de abandono, riesgo social o extrema pobreza” y que sus directivos no deben ahuyentar con exigencias desmesuradas a los postores de Acho porque están atentando contra la misión que les fuera encomendada cual es obtener la mayor rentabilidad de los inmuebles a su cargo, muchos de los cuales (80 para ser exactos) no están alquilados? Indispensables son las cláusulas penales que aseguren el fiel y oportuno pago del arriendo y que el inmueble sea devuelto en similar o mejor estado de cómo fue entregado, como ocioso es inmiscuirse en la actividad o negocio del arrendatario que no es, ni puede ser incumbencia de quien da en alquiler un local. El hacerlo, como pretende la SBLM con Acho, llevaría implícito el compromiso de compartir pérdidas si la empresa fracasa.
Es natural que con bases restrictivas y mal elaboradas sean pocos los postores que estén dispuestos a participar en la convocatoria pero, si como dicen “Dios es peruano”, la realidad puede ser diferente. Confiemos que así sea. Hoy se abren los sobres, estaré en el acto y luego daré la noticia de lo qué allí pasó.
*Otros artículos relacionados con el tema:
SIN PUDOR NI VERGÜENZA (2 marzo del 2006)
CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE DE LA BENEFICENCIA (14 marzo 2006)
TRANSPARENTE Y CRISTALINO (15 marzo del 2006)
DEPLORABLE ADMINISTRACIÓN BENÉFICA (30 marzo del 2006)
SE ANULÓ LA LICITACIÓN DE LA PLAZA DE TOROS DE ACHO (18 mayo 2006)