¿Y dónde quedó el cartel de oportunidad para los toreros jóvenes en la próxima Feria de Texcoco? Desapareció de repente. Primero, el empresario Marco Castilla declaró a un periódico deportivo de la Ciudad de México un adelanto de los carteles en donde anunció a jóvenes y ahora… qué pasó señor Castilla, los discrimina.
Las empresas se quejan de que no hay toreros a quien poner, pero cómo es que los va a haber si no les dan la oportunidad a los jóvenes quienes son la nueva generación y quienes darán continuidad a la fiesta. Usted señor Castilla como empresario, tiene el poder de dar oportunidades en una feria tan importante y no lo hace.
Vaya escasa visión como empresario que ha preferido anunciar los mismos carteles que se ven en toda la República. Carteles que ya nos sabemos de memoria y que a muchos ya no interesan, “pan con lo mismo”.
Los toreros jóvenes son los que más toros ocupan para agarrar sitio y cuajen faenas importantes. Algunos tienen un gran potencial pero carecen de apoyo. Esto no es sólo una crisis de toreros, es una crisis de empresarios que niegan oportunidades y cierran caminos.
Lo peor de todo, es que destruyen los sueños e ilusiones de quienes tienen hambre de ser figuras. Estos toreros discriminados tienen la ilusión de actuar en una feria importante para dar a conocer su concepto y sus maneras. A todos aquellos que se ven anunciados les nace la ilusión de hacer aquella faena que siempre han visualizado, cerrar los ojos para imaginar y verse dando la vuelta al redondel con las orejas en la mano ante un coso lleno entre gritos de ¡torero… torero!
Qué mejor hubiera sido en una Feria como la de Texcoco cerca de la ciudad de México, de donde la afición se desplaza no sólo para ver a las figuras, sino en busca de nuevos valores que tengan las cualidades para llegar lejos.
Por otro lado, no sólo los apoderados, familiares y amigos deben saber guiar y administrar bien a los toreros; también el empresario es una parte fundamental del crecimiento del jóvenes.
Por todo esto tardan tanto en salir nuevos espadas. Ya estamos cansados de ver a los mismos toreros añejos que ya no aportan nada y que ya no interesan a nadie. Señor Marco Castilla, hacen falta los bisoños.
Muchos jóvenes con grandes cualidades y expresión torera única, deciden dejar de luchar por discriminaciones, bloqueos, y demás situaciones turbias en el toreo.
Todo ser humano merece oportunidades, no sólo en el toreo, sino en todas las profesiones y entiendan señores empresarios por favor, de los jóvenes depende que la fiesta brava siga viva o se extinga.