Al final de octubre se espera Halloween. En los tiempos antiguos, esos dias preparaban « los tiempos malos » , la llegada del invierno.
A fines del siglo 19, los emigrantes introdujeron esa fiesta en america del norte. Era una manera de marcar una comunion de esa comunidad, un homenaje a los muertos, una fiesta de la abudencia, como si era importante inculcar valores anglosajones conformes, al momento de una fuerta imigracion llegada de toda europa.
Quiero regordarme aqui de una fiesta de Halloween muy particular. Pienso que César Rincon no va a querrarme de revelar aqui un recuerdo de su niñez que me ha contado. Un momento, a mis ojos, fundamental en su porvenir de torero. Unos de esos acontecimientos, que sin saberlo, te marcan para siempre.
César tenia 6 años y vivia en un barrio popular de Bogota. Esa fiesta de las brujas lo habia preparado su madre, fabricando un disfraz de pallaso par su « chulo » como le gustaba llamar su mamita (del nombre de un ave negro de colombia el urubu). Durante la fiesta todas las norias son gratuitas y se come kilos de golosinas. Una noche de maravilla para los niños.
Una muchedumbre increible se presionaba al rededor de las atracciones, en un fraccion de segundo, libero la mano de su madre y se encontro complementament solo. Pequeño perdido en una hola gigantesca de gente. El rostro lleno de lagrimas, cruzaba caras de brujas, esqueletos, monstruos y lobos… Asustado al centro de esa ronda fantasmagorica!
Entre dos sollozos intentó explicar su infortunio a algunas personas que ni lo oían y hacer una llamada a un micro, en vano, era totalmente perdido.
Cansado, llorando, entre miedo y esperanza, tomó una decisíon : pedir plata para tomar un autobús. Enyesando sus lagrimas se pusó en marcha en las calles ya desiertas y milagro, buscando la estacion encontró a un tio suyo, quien lo llevó a casa. Se cayó de sueño. Sus padres volvieron a casa por la mañana, agotados por esa buscada loca en toda la cuidad, y encontraron a César dormiendo como un angel.
César fue muy marcado por esta aventura. Quiero contarla porque me parece esencial en su trayecto. Un pequeño indio perdido en la noche Bogatana, frente a las imagenes de la muerte oscura que le rodea, símbolos de otros mundos donde se mezcla mitos y ritos ancestrales, sombra negra que te rueda y te roza, tormentoza fuerza de ojos de fuego.Hubiera podido quedarse sentado sobre la acera, esperando socorro, esperando ayuda... No lo hizo!
Durante esa noche de brujas, el pequeño César, pallaso triste, se ha cambiado en torero. Frente al miedo y al desconocido, vestido de luces, quitó en un segundo su máscara de lagrimas y tomó el valor de enfrentar su destino y la adversidad. El hombre superado se convierte en un heroe, actor de su propio destino ( y el destino a César nada le ha ragalado algo, todo se lo ha ganado). Enfrentar su miedo, ponerse delante un camino desconocido, inventar un camino de lucha para triunfar... a que le parece este retrato?
En esa noche de las brujas nació nada mas que un torero !