La afición a los toros se vive en familia, entre amigos y sobre todo con las Peñas Taurinas. En efecto, es un excelente medio para que los aficionados se reúnan para hablar de toros juntos. Así, existe una verdadera complicidad entre todos los socios porque viven momentos muy intensos. Las ataduras aumentan gracias a las tertulias, a los viajes en las ferias taurinas pero sobre todo con las bodegas que sirven de sedes sociales y de rincones taurinos para las peñas. Hoy día, una bodega para una peña taurina me parece indispensable porque es un lugar único con muchos recuerdos, en realidad, se trata de la casa de la Peña Taurina.
Una Peña Taurina sin bodega, es como fuera un niño sin su mama.
Una Peña Taurina sin bodega, es como si fuera la San Isidro sin corridas de toros.
Una Peña Taurina sin bodega, es como si fuera la Champions League sin el equipo del Real de Madrid.
Antes de sonar a esta bodega taurina, hay que encontrar un sitio pero no es fácil. Pagar un alquiler y todos los gastos para una asociación con poco dinero es muy complicado. Pero, nada es imposible, lo importante, es que todos los socios sean positivos, que tengan ideas y que hagan muchos esfuerzos para tener la recompensa.
Después, viene la hora de la inauguración, es el momento de invitar un torero que será el padrino. ¡Que noche, todo los presentes hablaran de esta fiesta diez años mas tarde!. Estoy seguro...
De seguida, la Peña Taurina con su bodega ofrece la oportunidad a los aficionados a los toros de ver figuras del toreo, ganaderos, pintores, jóvenes toreros y muchos mas personalidades del mundillo.
En Francia, la bodega Pablo Romero en Nimes tiene una fama importante, merece de estar visto. También, en el sudoeste del país galo, la peña taurina de Dax tiene una bodega original, esta situada en una cueva y tiene numerosas cabezas de toros.
En dos meses exactamente, la Peña Taurina Angelina va a perder su bodega, se llama bodega Julián Lescarret. El dueño del local ha decidido vender la casa.
Poco importa el futuro de esta casa, no sé como va a utilizarla el próximo dueño. De todas formas, puedo asegurarlo que los fantasmas de los socios de la “Angelina” estarán aun en las paredes.
No quiero llorar porque pienso ahora a la bodega 2 de la Peña Angelina.