|
S.I.03 - SE CORTÓ OTRA OREJA Y HUBO UN ¡¡GILIPOLLAS!! |
|
Cuando salías a la calle, camino de la televisión futbolera, se cortó otra oreja. Y si a ti, Leopoldo, atlético de toda la vida, te entraban las prisas para ver al Madrid, a otros les daba la gana conceder una oreja a un torero que vino a buscarla nuevamente a su plaza de Madrid. Fernando Robleño tiene comunión con el público de Las Ventas y dicha comunión la compró a sangre y fuego la pasada temporada. El público de Madrid es generoso y suele agradecer muy mucho a aquellos toreros que están dispuestos a todo cuando actúan en su plaza. Es el caso de Robleño, quien aceptó un toma y daca espectacular a la hora de entrar a matar, del que salió milagrosamente ileso, ya que el toro le tapó la salida, a base de pitones, pero a base “coj” y los mismos “ones” Fernando logró una gran estocada. Son las cosas del toma y daca. O tú o yo. Y ganó yo. El pasado año lo hizo, como en el circo, más difícil todavía y también ganó yo. Como ayer Serafín. Como siempre debe ser. En cuanto a torear, esa ya fue otra realidad. No es que estuviera mal Robleño, pero equivocó distancias, terrenos y técnica muletera, aplicando castigo en dos trincheras fenomenales, pero que doblegaron en exceso al toro, al que segundos antes le había aplicado la técnica de desahogo con los pases por alto que abrió faena. Entre medias, algún buen muletazo, pero pudo y debió entender mejor al toro y guardar las trincheras para el final. Había estado bien y entregado con el capote y el público le premió. No lo olvide para otra ocasión en que le sea menos favorable la opinión de los espectadores. Bien estuvo el confirmante Matías Tejela en sus dos toros, si bien dada la bondad de sus oponentes, cuyas embestidas estaban dotadas de mucha docilidad, dotó de más frialdad sus trasteos, que fueron en todo momento de gran pulcritud. Le gusta hacer las cosas bien y estuvo entregado en todo momento, tanto con capote como con muleta, siendo la espada, baja en su primero la que restó un mejor premio a su labor. Deja muy buena impresión con unos naturales espléndidos en su segundo y esperamos verle con toros que exijan algo más. El listón, para bien o para mal, de disposición y entrega con un toro imposible del catalán Marín, estaba demasiado fresco en la memoria de todos. Lo de Robleño fue toreramente de tono menor, pero hubo más emoción por el oponente. Lo que quizás no sepas Leopoldo, es que hubo en la tarde un ¡¡gilipollas!!. Naturalmente como exclamación. Ni fue un torero, ni siquiera un espectador, ni tan siquiera, más tarde, Figo fallando un penalti. No, fue un susurro, como un murmullo, como para adentro, pero que salió. Joselito que fue el tercer torero madrileño de la terna, la verdad es que no brilló. La verdad, es que hace tiempo que no brilla. La verdad, es que ha sido siempre un tanto raro y, a veces, desahogao. En la corrida de hoy sin ir más lejos, lo fue. Las protestas no las entiende y como respuesta se le escapa de sus labios, como un hilillo, una conocida exclamación. En esta ocasión, los más cercanos se dieron cuenta de ello y les hizo mucha gracia. Bien es verdad, que no sabemos porqué. El público, el mismo que le aupó a lo más alto del escalafón, ve y observa su decadencia, añora incluso mejores tiempos, pero no por ello ha de permitirle licencias toreras. En el mismo festejo, toreros hubo que torearon mejor y con más justeza, y de valor qué les vamos a contar, también. Luego entonces ¿a quién llamaba gilipollas?. A los compañeros? A los toros? Al público en general? A alguien en particular? O acaso, se lo llamaba a sí mismo por no estar al nivel que la categoría de la plaza y sus honorarios exigían. Esta pregunta solo la puede contestar él, pero seguramente, cada uno de los presentes o lectores, tendrá su propia opinión. Bien presentado el ganado, dando juego desigual pero mejorando a lo largo de la lidia, lo que permitió llegar al tercio final dando más facilidades a los toreros que el sobrero de Palomo Linares de ayer. Eso sí, leña tenían tanto como aquél. Las intenciones ya eran otra cosa. ¡Ah! El Madrid perdió, enhorabuena Leopoldo, pero que sepas que quien sale ganando es Robleño, pues el próximo día 28 ya no se le va nadie antes de matar el último de su segunda corrida. |
|
|