Ser aficionado a los toros comienza a ser algo raro, casi inaudito. Pero existen nichos, donde se esconden estos viejos, -si alguien quiere los llamaremos veteranos- románticos que encuentran en la Fiesta un buen lugar donde permanecer.
Para muchos, -los triunfalistas- hay razones sobradas para que existan aficionados. No faltarán quienes digan que ahí están una baraja de figuras que arrebatan cada tarde en la que actúan. Los Ponce Juli, Rivera, etc, mandones desde hace años en el escalafón, y ahora acompañados por los triunfadores de Madrid, Rincón y El Cid, más el acaparador de contratos, El Fandi, son la base de todas las ferias. ¿Pero de verdad arrebatan? ¿Promueven afición?.
Los que no son triunfalistas, -entre los que nos encontramos- no ven motivos para estar tan contentos. Alegan que de todos esos, ni uno sólo es capaz de llenar una plaza; pero no de primera, tampoco en plazas de tercera promueven el interés suficiente para llenarlas. El problema no es de cantidad, evidentemente, sino de calidad. Los aficionados así lo constatan y precisan que para que las plazas registren discretas entradas hay que asistirse del santo patrón y las fiestas del lugar. Fuera de ellas, en las que hay medias entradas, la nada es lo que llena las gradas.
Pero existen aficionados que buscan entre el escalafón motivo suficiente para seguir siéndolo y que pretenden saciar su interés y curiosidad por las cosas de la Fiesta. Y si no lo encuentran en las plazas, lo buscan en las hemerotecas, la literatura, los videos, -cuantas jornadas repasando grandes faenas o momentos “enlatados” de toreros de otras épocas- e incluso se acercan a las páginas de internet.
Aquí, en Opinionytoros, damos fe de ello. Entre tanto “aficionado” solamente de las fiestas de su pueblo, hay otros que necesitan debatir, conocer más allá de los resultados de los festejos. Saben que es en la opinión donde se forja la verdadera afición; con consultar sólo el resultado de los festejos habidos en la jornada no es suficiente para obtener el “carné” de aficionado. Se necesita algo más. Ser aficionado es compartir experiencias y opiniones; intercambiar criterios e indagar en las reflexiones que cada momento de la fiesta promueve.
Por eso estamos aquí dando nuestra opinión. Para que usted, querido lector y amigo, participe de la nuestra y discrepe de la misma abiertamente, pero que no le deje indiferente. Más allá de conocer las orejas que cortan los citados anteriormente, hay que saciar la sed de aficionado. Vaciar la curiosidad a través de la obtención del motivo para analizar o reflexionar. Es a través de esa andadura como se fragua un aficionado. Hoy lo permite este medio y lo explotan bien pocos. Quizá quieran que existan mejor los ignorantes, en lugar de fomentar el conocimiento en este vehículo de participación.
Opinionytoros ha encontrado un nicho de aficionados de primera. No se conforman con poco, pues lo quieren todo. Y nosotros nos esforzamos por darlo. En nuestro reciente editorial hablamos de que hay cabida para todos: triunfadores y olvidados. No se puede conocer el toreo si solo se conoce a los “triunfadores”. En el toreo hay muchos más protagonistas. Esos, los “triunfadores” satisfacen unas expectativas, las mismas que son insuficientes para los aficionados cabales. Conocer que existe Ponce o El Juli es importante; conocer que existe El Inclusero o Valderrama es obtener conocimientos que te permitan tener la vitola de aficionado.
Como fijo en esta tribuna, esta es una de las razones que más me hacen feliz: saber que en Opinionytoros hay un nicho, una reserva de aficionados a nuestro lado y que nos siguen cada día; y para nada nos importa sin son más o menos que en otros sitios. Nos preocupa mucho más la calidad y el conocimiento, no es cuestión de escalafones. Y tanto si este grupo de gentes, -por cierto, también con jóvenes- están de acuerdo con lo que digo como si no, más abajo pueden decir lo que piensan de pertenecer a este nicho de aficionados.