Después de la comparecencia de Luis Bolívar en la plaza de Pamplona en la que se enfrentó a los duros toros de Dolores Aguirre y que pudimos presenciar a través de la señal de la Televisión Española quiero desde esta columna expresar una voz de ánimo para lo que viene en la temporada del torero colombiano.
Luis es un buen torero, muy joven, y se está haciendo por el camino duro. Victorino dice que se está haciendo a la vieja usanza. No sabemos si será el camino indicado para un torero tan joven, más cuando los otros de su misma camada van un poco más cómodos, y sin olvidar que en el día de su alternativa un toro le abrió el pecho en dos. Lo que si es claro es que es un camino de lo más valorable, que debería tener más repercusión, porque está dando la cara, con tan poco tiempo en el escalafón, frente a corridas exigentes y complicadas, algo que no se ve ni en las figuras.
Porque Luis fue a Madrid a confirmar su alternativa y en su segunda tarde en la isidrada se las veía con la corrida de Victorino, que no precisamente son las monjas de la caridad. Por las crónicas de nuestros compañeros de portal se pudo sentir que Luis estuvo ahí, que plantó cara y que derrochó valor para alcanzar un triunfo que desafortunadamente no llegó, pero gran parte del público madrileño valoró el venir con la corrida de Victorino a la feria más importante del mundo a tan corta edad. A los pocos días de semejante reto, cuando para coger moral se hubiera podido anunciar con cualquier corrida comercial, se fue para Plasencia también a vérselas con los Victorinos y esta vez cortó una oreja, que no es poco.
Para otra de las ferias importantes de la temporada, como lo es Pamplona, Luis se anunció con los Dolores Aguirre, que tampoco son toros para andar de rositas, y el lote que le tocó fue complicadísimo, sobre todo ese último toro, un par de toros de esos que piden el carnet y que harían pasar fatigas a muchos y que visto lo sucedido en el ruedo aburren hasta al más pintado y más si se es un torero joven que ya había triunfado en esa plaza de novillero y quería volver a hacerlo para también echar la temporada para arriba.
Se está diciendo que si antes con los Lozano tenía más suerte, que los Martín lo están llevando como no es, que el sino ha cambiado, que si es bueno enfrentarse a corridas complicadas con tan poca experiencia. No lo sabemos, sólo el propio matador y sus podernantes tendrán las respuestas. Yo lo que no creo es que tu propia gente te tire a la guerra así porque si, porque más bien hubieran pasado de apoderarle. Si bien Luis no ha cosechado triunfos por lo menos se ha ganado el respeto de muchos aficionados que valoran el tipo de toros a los que se enfrenta un torero. Sería mejor triunfar por lo grande y estar en candelero, pero ya vendrá eso, tendrá que llegar cuando las cosas se hacen bien. Decían antes, despacio y buena letra.
Ya lo he dicho acá, Luis Bolívar tiene un concepto puro del toreo, los quiere llevar largos, muy templados y hasta detrás de la cintura y lo hemos podido comprobar in situ, en Cañaveralejo. A poco que un toro le meta la cabeza se podrá ver su calidad como muletero porque su valor espartano está ahí, bien patente. Viene Santander también con Victorinos y Bilbao con los del Marques de Domecq y está ya hecha la feria de “su” Cali para pensar también en triunfar en Colombia, como lo hizo el año anterior.
Animo Luis en lo que viene, que usted tiene madera para ser la nueva figura del toreo colombiano.