René Grando es periodista y aficionado. De su oficio tiene la  capacidad de explorar los universos que atraveza recogiendo imagenes, ambientes, encuentros. De  su pasión nos suministra en su libro historias de hombres, combates gloriosos y pequeñas muertes. El protagonista de su nuevo libro, Angel Castillo,  debe  su fortuna, y su celebridad a su valor y a un majestuoso lance de capote que los cronistas taurinos bautizaron "el lance del ángel". Ese torero, no es un heroe, el angel caído quiere rehacer superficie y vive en las profundidades de su alma, desnudado de su traje de luz, su más difícil combate: ¡vivir de pie!

La primera cosa que me afectó comenzando su libro es oír al torero, el personaje central de este relato, decir YO
La dificultad era efectivamente ponerse "en la piel" de un torero. Quería realmente darle la palabra. Este libro es la historia de ficción de Nimeño, me inspiré libremente de su historia. Nimeño fue cogido por un toro de Miura en septiembre de 1989 en Arles, quedó paralizado, se levantó, fue con muletas y dos años más tarde se ha dado la muerte A partir de esta historia he querido rendir homenaje a Nimeño y crear a la vez a un personaje imaginario. En numerosos aficionados hay un fenómeno de identificacion y me pregunté lo que habria podido vivir yo si me hubiera encontrado en la situación de Nimeño, que es la peor de las situaciones para un hombre y para un torero.

Por supuesto inmediatamente al comenzar este libro se piensa a Nimeño y luego se lo olvida ya que se cruzan aquí muchas historias de hombres.
La trama es la trágica historia de Nimeño pero el personaje quien he creado no tiene finalmente nada que ver con él. Angel, es español, de Malaga, es orgulloso, cínico a veces, en alguna parte sin piedad, machista, y Nimeño era un muchacho encantador, simple y humilde en su vida personal como en su vida de torero. A través de Angel Castillo, que cuenta a la primera persona su historia de torero decaído, quise transcribir muchas cosas que viví como periodista, siguiendo las corridas, y quise poner en escena al rededor, personajes quienes pude cruzar.

Se podrá reconocer algunos personajes conocidos del Mundillo y también anónimos que se ven a menudo durante las Ferias por ejemplo.
La corrida, de verdad, se centra en su héroe, el torero, pero se rodea con personajes inevitables de los que se habla poco pero que desempeñan un papel esencial, el mozo de espada, el apoderado, las mujeres que cuentan enormemente en la vida de los toreros.

Había escrito un día una crónica sobre el tema: los toreros son héroes, y esta historia me dio la impresión que los toreros  no se percibían ellos mismos así.
¿Los toreros creen a su propia leyenda? Es una verdadera cuestión. Angel Castillo en mi libro es una leyenda, pero el día en que se encuentra enfrentado a una terrible prueba, en este caso allí la parálisis, es difícil de asumir de pasar de la luz a la sombra muy rápidamente. Angel está en la luz y en algunos segundos, se encuentra en la sombra, disminuido físicamente, acechada por la caducidad física, por la impotencia, la soledad. Se enfrenta entonces a un combate más duro y más terrible que el que lo pone frente a un toro.

Angel es casado y hubiera podido usted hacer de su esposa un icono de paciencia, y de abnegación. No, esta mujer tiene también una vida, iba a decir sin él.
Este torero tiene una mujer que es arquitecta, salida de la burguesía de Malaga. Quiere a su marido pero soporta bastante mal el modo de vida que le impone: la ausencia, la infidelidad... Esta mujer allí es diferente de la imagen tradicional de las mujeres de torero que imaginamos pasando la vida en la capilla rezando y esperando noticias de la corrida. Tiene una vida independiente, se construyó a través de las « no respuestas » al amor que esperaba  de él.

Pone flores siempre a la capilla pero la siento ausente
Esta en el ritual, en la tradición, lo hace por superstición, pero es lúcida. No cree en todo eso . Logró con muchas dificultades a construirse una vida autónoma.

En el ruedo, con Angel, tenemos una visión de lo que puede pasar en los tendidos.
Me pregunté lo que percibía el torero desde la pista. Pienso que se concentra mucho sobre la lidia, pero pienso que percibe una serie de cosas, los colores, caras, gritos,  ruidos, olores, rumores que acompañan el combate. La gente que se enfrenta a cosas difíciles, tiene suyo "antenas"desmultiplicadas y hyper selectivas, eso se impregna sobre su retina y en su mente, y estas cosas los guardan. Tenía el deseo de mostrar en un libro, cómo un torero percibe lo que lo rodea.

Por su oficio hubiera podido escribir un documental, crónicas, ¿porqué haber elegido la novela para describir la corrida ?
Es difícil explicarlo,  la novela me permitía ir al fondo de un personaje enfrentado a una terrible prueba, y al ponerme en su piel, era como una pregunta sobre mis propias reacciones. En un libro se pone muchas cosas , es el segundo que escribo a la primera persona y es una experiencia interesante. Al poner algo de suyo puedes aprender muchas cosas sobre timismo.

Que nos dice  Angel Castillo a través de su historia?
Si tiene algo que decirnos, es que la potencia y la gloria son frágiles, y que se ven cada dia gente que estaban en el éxito y que se encuentran enfrentados al fracaso. Todo parece fácil y en un golpe todo parece muy difícil. En el fracaso hay menos gente cerca de él : el cuerpo médico y un punado de fieles. Angel redescubre los verdaderos valores de la amistad y de solidaridad. Utiliza su orgullo para regoger la energía de levantarse.

La última frase de cada capítulo nos hace detenerse, no vamos imediatamente al  capítulo siguiente, como si era necesario marcar un tiempo de paro, una etapa. Como si un lado de vela se rasgaba cada vez.
No hay moral a esta historia, aqui hay varios encuentros de historias, corridas, informes con los médicos,  recuerdos... y cada vez Angel toma algo para el futuro. Las últimas palabras que vienen a su recuerdo, a cada capítulo, le permiten avanzar, salir del túnel. Su vida no pertenece a la oscuridad, todos los esfuerzos que
va a desplegar consiste en volver de nuevo a la luz.

El aficionado que es usted se hizo placer escribiendo algunas corridas.
Yo me hizo placer, dibujando algunos pasos de sueño con toros extraordinarios. Pero, las corridas que cuento, y que no son todas muy gloriosas, o las vi o algunos me los han describido. La de Manizales por ejemplo se me lo ha contado en una tertulia, entre aficionados. En el fondo cuando se va a ver corridas hay a veces obras de arte, milagros y a veces fracasos terribles. Estos momentos de fracaso el torero debe cruzarlos sin hacerse demasiado humillar, por el toro y por el público. El público, es "el respetable", se verá nunca, es muy raro, un torero insultar el público. El que un día lo hizo volvió de nuevo a rodillas disculparse en la Plaza. Siempre el torero debe evaluarse, saber a dónde esta con la relación a su orgullo, a su valor, y al mismo tiempo sabe lo que debe al público. Intenta, si  posible sin engañar incluso si sabe hacerlo, de hacer su trabajo con honor.

¿Toreros leyeron su libro?
¡ Espero que lo leerá!

"La Passe de l'Ange" de René Grando - édition Atlantica