Mucha gente lo sabe, los profesionales, los aficionados, etc., pero muy poca gente lo dice. No pienso mencionar nombres, pues no vale la pena y, seguro estoy, amigo aficionado, que usted sabrá o al menos intuirá, de quien hablo.
En alguna ocasión, en este espacio, ya comenté algo similar, pero es que ya no se puede más. El toreo en México no va a funcionar por más novilladas que se sigan dando, sobretodo en este momento en que, al igual como sucede en el rango de los matadores, en todas las ferias, aparecen los nombres de los mismos novilleros. No hay oportunidades para nadie más.
Todo en estos tiempos es un teatro perfectamente armado. Alguna vez ya dije que el toreo en México eran imposiciones, pero ahora me doy cuenta de que no sólo es eso, sino que el toreo se ha vuelto un capricho.
Creo que la mayoría de los aficionados tenía la esperanza en que la empresa de Acha y Quintana, en la Florecita, abriera un panorama distinto en la fiesta, y sí, dieron el verdadero toro, íntegro, con cuajo y trapío, pero ellos también armaron su teatro hasta alcanzar el objetivo de ver a un torero triunfar a como diera lugar, organizando corridas de más, en lugar, creo yo que era lo más justo, declarar un trofeo desierto. Estos empresarios decepcionaron y terminaron igual que los demás.
Hay jóvenes que sí necesitan toros por que tienen cualidades, si los hay, pero desafortunadamente se los otorgan a toreros que ya no dan más de sí, en el sentido de que, como ya dije, desde Monterrey ya traen un teatro armado, con el toro que aparenta ser un novillo con sospechas de despunte.
No es posible que vuelvan toreros ya maduros de edad y, por consiguiente, de alternativa y se les den toros, los desperdicien, porque es lo único que hacen, y quiten puestos a jóvenes.
Queremos que salgan toreros nuevos que triunfen aquí y que luego tengan la posibilidad de hacerlo en España, pero ni aquí ni allá. Ni siquiera en España saben que existimos, sólo saben de un Zotoluco y se dice de él que no pudo, o no les quiso poder, a sus toros en Madrid.
Por último, para no alargar este artículo que sería enorme. Los niños toreros, con los niños toreros, los espectáculos cómicos, con los espectáculos cómicos, las toreras con las toreras y no hay más. En estas últimas, si la torera se va a fajar con un toro hecho, íntegro, sorteando, sin escoger su res, entonces es una competencia pareja y en el ruedo a demostrar lo que vale. La mercadotecnia puede más con los triunfos confundiendo al público, eso está claramente demostrado.
Nuevamente… No hay toreros, porque no saben o no quieren ver nuevos toreros por caprichos o intereses. No cabe duda, todo es un excelente y perfecto Teatro.
