Ante mil personas, aproximadamente, se lidió un desastroso encierro de Cuatro Caminos que resultó complicado y peligroso; algunos rajados y mansos. En cuanto a presencia, sólo 4°, 5° y 6° apenas cumplieron, los demás de apariencia juvenil. César Castañeda, saludos y silencio tras aviso; Leopoldo Casasola, saludos y silencio tras aviso; Christian Ortega, oreja y silencio. Christian Ortega, quien por cierto se ve un poco pasado de peso, cortó la única oreja de la tarde en su primero. Su labor fue incierta. Con el capote no pasó nada, en banderillas clavó delantero y con la muleta tampoco hizo nada interesante. Fue prendido sin consecuencias por el glúteo izquierdo cuando intentó dar un derechazo con el pico de la muleta muy despegado. Estocada trasera para que el juez se compadeciera del maltrecho torero y le regalara una oreja que rayó en el ridículo. Con el sexto abrevió, pues fue un manso complicado que no tenía nada. Cesar Castañeda abrió plaza mostrando nerviosismo resultando desarmado y con varios atropellos durante su labor. Fue molestado por el viento en algunos fragmentos de su faena. La voluntad quedó manifiesta, más no la efectividad en sus procedimientos. El público reconoció el esfuerzo del torero con algunas palmas, cosa que aprovechó Castañeda para saludar en el tercio por su cuenta. En el cuarto también estuvo dispuesto con otro toro complicado; escuchó un aviso y se retiró en silencio. Leopoldo Casasola nuevamente anduvo por los aires esta tarde. En su primero, el exceso de confianza hizo que el astado le prendiera y fue en la caída cuando sufrío un tallón contra el piso que provocó que perdiera un mechón de cabello. El toro derrotaba en cada muletazo por lo que el peligro estuvo latente en todo momento. Mató de pinchazo, seguido de un bajonazo trasero para saludar. En el quinto, otro manso, complicado y peligroso, Leopoldo también mostró voluntad intentando sacar agua de una piedra por ambos pitones. Mal con la espada escuchando un aviso. Silencio. Cesar Castañeda confirmó la alternativa con el toro Vida Nueva, No. 107 con 477 kg. Gustavo Campos saludó en el 5° tras dos buenos pares de banderillas.
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