Fermín Spinola nos enseñó lo que es la vulgaridad en el toreo y el modo perfecto en que se le puede faltar el respeto a un compañero. Mientras José Luis Angelino realizaba su labor muleteril, Spinola se desprendió del burladero para solicitar al juez el regalo de un toro, éste correctamente le negó la petición puesto que estaba fuera de tiempo según lo establecido en el reglamento. Una vez concluido el festejo, Spinola se mantuvo en el ruedo con montera y capote en mano tratando de hacer presión, pero el juez atinadamente mantuvo su posición dándole categoría y seriedad al festejo. Ante unas 3 mil personas se lidiaron 7 toros de Cieneguilla (8° de regalo) gordos con cara, cuatro bien presentados y dos de aspecto juvenil, mansos, débiles y descastados. El 5° peligroso y el 2° manejable. Uno de Bernaldo de Quirós (7° sobrero) chico y manejable. Uno más de Xajay para rejones, bien presentado y bueno. El rejoneador Sergio Vegas, saludos; Ignacio Garibay, pitos, silencio tras aviso y vuelta; Fermín Spinola, palmas y silencio; José Luis Angelino, saludos, silencio y oreja. José Luis Angelino mostró actitud y valor, pero lo que no le quedó claro es que el respeto a los toros jamás debe perderse y él lo hizo en tres ocasiones de las que afortunadamente salió ileso. Sus dos toros no ofrecieron oportunidad para el lucimiento. Con ambos se metió entre los pitones pero no fue suficiente la disposición. Saludos en uno y silencio en el otro. En el sobrero que regaló, también anduvo apurado en banderillas. Rescató la faena por medio de manoletinas dosantinas. Estocada trasera para recibir una oreja muy barata. Ignacio Garibay, por disposición no paró. En su primero, un manso que volteaba contrario, inició doblándose poderosamente, después anduvo caminando por todo el ruedo sin encontrar el terreno adecuado para plantear su faena. Muchos pases abusando de la muleta retrasada. Bajonazo y pitos. En su segundo toreó muy hacia afuera en lugar de embraguetarse al toro. No pudo ligar y fue volteado sin consecuencias. Silencio tras aviso. Regaló un sobrero de Bernaldo de Quirós anovillado que tenía un buen pitón derecho. Ignacio le aprovechó por momentos. Estocada desprendida para arrancarse a dar una vuelta entre fuertes protestas. El rejoneador Sergio Vegas demostró ser un jinete con clase, pero clavó los rejones y banderillas un tanto trasero. Emocionó al poco público asistente con un par de galopes de costado en los que recorrió prácticamente todo el ruedo. Un poco despegadillo y falto de temple pero entregado. Descordó al toro con el rejón de muerte cosa que fue reprobada por el público. Saludos. Fermín Spinola anduvo rápido y un tanto eléctrico en los procedimientos del segundo de la lidia a pie. El astado después del segundo tercio se fue para arriba poniendo en evidencia la falta de sitio de Spinola quedando por debajo del toro. Palmas. El segundo de su lote fue un toro peligroso e imposible. Se deshizo rápido de él para retirarse en silencio. Raúl Bacelis saludó 7° de la lidia a pie por un excelente par de banderillas. El monosabio Rodolfo Meneses se despidió de monosabio tras 32 años en activo en la Plaza México. |