La empresa como siempre se preocupa en presentar bien sus corridas, y esta la de Bernaldo de Quirós no fue la excepción además de ser interesante. El juez Genaro Amador, quien debutó en el palco de la autoridad, mantuvo orden y respeto para el marco legal, así como para la tradición en el 38 aniversario de la Nuevo Progreso. La corrida de Bernaldo de Quirós tuvo presencia y edad. En cuanto a comportamiento, en general se dejaron torear destacando 4° y 5°, este último fue indultado por El Conde. Zotoluco escuchó palmas tras un aviso en su primero, no sin antes haber demostrado poder y oficio ante un toro deslucido. Con su segundo mostró por qué es una figura. Eulalio tuvo que meter a la res poco a poco en la muleta para que esta acabara entregándose por ambos pitones. La estocada fue entera para recibir dos orejas muy merecidas. Alfredo Ríos El Conde indultó al quinto del festejo de nombre Chocolate con 550 kilos. El toro mostró buen tranco desde su salida así como bravura fina. El Conde lo recibió con mandiles y verónicas además de un quite por crinolinas. Cubrió el segundo tercio con espectacularidad. Con la muleta inició por alto y lo entendió en un principio. El Conde tuvo demasiado toro cuando éste le pedía que se le bajara la mano en redondo, Alfredo optó por demasiados adornos como molinetes y vitolitas que cierto sector del público reprobó. El toro fue indultado por usía acertadamente, pero el Conde se quedó por debajo de la inmensa calidad del de Bernaldo de Quirós. Con el segundo de la tarde tuvo buenos momentos aunque no pudo ligar ya que el toro tenía una embestida áspera y complicada. Mató de estocada entera para escuchar palmas. Del Juli se esperaba más de acuerdo a lo ocurrido el domingo en la Plaza México, es cierto que sus toros no fueron similares a Trojano de Montecristo, pero volvió a la apatía y falta de hondura y profundidad sin decir nada en el tendido. Escuchó silencio y pitos en su lote. |