Julián López El Juli ha estado simplemente inmenso en su primero. Ha hecho una faena sublime, completa, toreando largo y templado por ambos pitones sacándose la espina de la tarde anterior en la que fue duramente pitado. Logró que el público no le protestara tanto en cuanto a banderillas. Zotoluco ha defendido su sitio de figura jugándose la vida con su segundo no sin antes haber lidiado majestuosamente a su primero. Ponce tuvo que esperar hasta el sobrero para realizar una faena entregada llena de clase basada en el valor y la técnica o sin antes haber destapado el frasco de las escencias en su primero.

Ante unas 42 mil personas, se lidiaron 4 toros de Montecristo bien presentados, uno de ellos para rejones bueno, en lidia ordinaria el 1° débil, recibió arrastre lento, 3° no peleó en varas y fue indultado y 5° complicado. 3 más de Bernaldo de Quirós bien presentados, 2° manso y descastado que recibió arrastre lento, 4° y 6° mansos complicados, y un sobrero de regalo de Teófilo Gómez anovillado manso y descastado. El rejoneador Enrique Fraga, silencio; Eulalio López Zotoluco, oreja y dos orejas; Enrique Ponce, vuelta, silencio tras aviso y dos orejas en el de regalo; Julián López El Juli, indulto y silencio.

El Juli dio una muestra de lo que es el buen torear. Desde que se abrió de capa se le vio dispuesto a poner en orden todo aquel mal sabor de boca que había dejado en la tarde anterior. Quitó por caleserinas combinadas con gaoneras. Ahora el público no le pitó tanto en el segundo tercio entendiendo que eso ya quedó atrás en la carrera de Julián, y éste rápidamente, después de brindar a toda la concurrencia, se dispuso a hacer una faena completa por ambos pitones corriendo la mano con trazos suaves templados a un toro que llevaba la cabeza a media altura y que no peleó con los caballos. Sin lugar a dudas el Juli tuvo el mérito en el trasteo. El juez Jorge Ramos se precipitó ordenando el indulto dando el Juli la vuelta triunfal junto al ganadero de Montecristo, don Germán Mercado Lamm.

Con el segundo de su lote no metió el acelerador a fondo por lo que solamente se limitó a pegar unos cuantos pases quitándoselo rápidamente de dos descabellos escuchando silencio.

El Zotoluco ha estado también enorme en su lote demostrando nuevamente el sitio y poder que posee. A su primero le realizó una faena a media altura que tuvo sus mejores momentos por pitón izquierdo, aunque por el derecho también consiguió extraer buenos muletazos. La estocada fue ligeramente caída por lo que el juez (presidente) se puso exigente otorgando una oreja ante la fuerte petición del público que exigía la segunda.

En el cuarto de lidia ordinaria, Eulalio se pegó un arrimón. De nuevo basada en el poder de su muleta, la faena tuvo momentos importantes metido entre los pitones del toro. Estocada entera en buen sitio para cortar dos orejas protestadas ante la diferencia en juicios de usía.

Enrique Ponce hizo gala de técnica en su primero en una faena que duró alrededor de 17 minutos. En esta ocasión se vio un Ponce distinto, con variedad en cuanto al contenido de su faena. Un pinchazo y entera en buen sitio para dar una vuelta al ruedo con mucha fuerza. El quinto clavó los pitones en la arena dando una vuelta de campana lastimándose por lo que no quiso embestir a la muleta del de Chiva.

Regaló un sobrero de Teófilo Gómez complicado debido a que se frenaba en cada muletazo. Le tapó la cara con habilidad logrando pases en redondo aguantando medias embestidas y miradas que pusieron a prueba el valor del torero. Finiquitó de pinchazo y media estocada para recibir dos orejas protestadas.

Enrique Fraga lidió un toro que tenía buen tranco pero que le pesaron los 555 kilos por lo que se paró pronto. Estuvo bien por momentos. Cuatro pinchazos para retirarse en silencio.

Julián López El Juli indultó al toro Trojano número 112 con 501 kilos de la ganadería de Montecristo.

El subalterno Fernando García saludó en el tercio tras banderillear al cuarto y lidió bien al primero.

Al inicio del festejo se guardó un minuto de aplausos a la memoria del torilero Gonzalo Rivera El Chino quien desempeñó esta función en la Plaza México desde su inauguración en 1946.

Rodolfo Rodríguez El Pana saltó al ruedo entre el cuarto y quinto toro para pedir a la empresa una oportunidad argumentando merecer una digna despedida de los ruedos.

Algunos de los aficionados que compraron localidades de general, fueron obligados a adquirir entradas para el festejo de mañana.