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Con la plaza casi llena se han lidiado toros de Núñez del Cuvillo, terciados, flojos y nobles. Fue devuelto el tercero al corral. Finito de Córdoba: Oreja y silencio Morante de la Puebla: Dos orejas y silencio David Fandila “El Fandi”: Oreja y oreja con petición de la segunda. No es que la novillada, perdón corrida de toros, haya dado mal juego sino que ha estado toda terciadita, con muy poco peso, muy chiquitita. Los novillos del otro día tenían más trapío que los toros que han salido hoy de los chiqueros de la plaza de Jerez. Y aún así los Cuvillos no han sido malos, todos nobles, fijos y encastadillos. Pero incluso habiendo embestido has sido sosotes y faltos de toda emoción. Ahí una de las penas. Uno de ellos, el segundo de Finito de Córdoba, ha sido un novillo, perdón toro, bueno, que se ha empleado en el peto del caballo y que metía bien la cara y tenía recorrido e iba a más. Pero parece ser que al de Córdoba no le gustan los novillos, toros, de este corte y por eso se ha dedicado a darle una de las peores lidias que se le podía haber dado al bicho. En el capote lo ha tratado a latigazos, en la vara lo ha mandado trinchar y con la muleta se ha colocado allá por su tierra, que dicen algunos que es Sabadell. En Córdoba estaba el estaquillador de la pañosa. Imperdonable, al hilo, para fuera, maltratándolo por arriba cuando ese toro lo pedía todo por abajo. Ha sido el mejor toro de la tarde. Tres pinchazos y dos descabellos. En fin, que este torero tendrá ya un buen número de contratos para este año y lo que pase en ellos se la trae al pairo. Ah, al primero le ha cortado una oreja. Pero con muy poca emoción, muy poca. Que el público de Jerez estaba hoy con Morante es algo que no se puede negar. En realidad y tras los fracasos de sus últimas actuaciones, viendo triunfar a sus compañeros de cartel, todos creíamos que hoy iba a ser el día de Morante. Estábamos convencidos. Él también lo estaba y se ha presentado con muchas ganas. A su primero lo ha desorejado pero la faena no ha tenido ni el fuste, ni la estructura, ni la emoción de otras que quedan en las retinas. Si es cierto que en este primero ha bordado el toreo a la verónica y que desde ahí el público ha empezado a delirar con lo que podía ser. Luego la faena ha tenido diferentes terrenos y momentos, muletazos de la casa y naturales bien trazados alrededor de una figura preciosa. Pero el toro no daba emoción y la faena de Morante tampoco la ha tenido y sin emoción… El segundo ha sido el toro de la confusión. Lo ha recibido de capote con una originalidad que no sé describir, flexionado y dándole el envés del capote para rematar con una media belmontina, muy bonito. Se le notaban a Morante las ganas y todos nos veíamos ya fuera de la plaza, en las casetas de la feria, en los bares o en nuestras casas, narrando a los amigos lo que íbamos a ver ahora mismo. Pero el toro, ay el toro, no servía para nada y por eso se ha credo la polémica. Bronca, pitos, palmas de tango. Pero no debía estar la cosa como para cambios, que ayer ya hubo dos y hoy ya habían devuelto el anterior. Así que para adelante con el morlaquillo. Y bronca porque Morante no sólo lo ha cogido por abajo sino que además lo ha hecho crujir y dadas las condiciones del animalito aquello no prometía nada. Bronca, pitos, abucheos al palco presidencial… Así que el de la Puebla decide torearlo y otra vez bronca y pitos y abucheos, ahora no se sabía a quién. Y ahí se terminó lo que pudo haber sido y no fue. El Fandi ha brillado en banderillas y poco más pero en ese tercio ha gustado mucho. A sus dos ponentes los ha recibido con una larga cambiada a la que ha seguido un variado repertorio de capote. Oreja y oreja ha sido el resultado de su actuación pero en el segundo se ha pedido otra oreja con insistencia. |
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