La octava corrida de la Feria de San Marcos, este jueves 4 de mayo, dejó mucho más de lo que se esperaba, lástima de la pobre entrada, la monumental registró un poco menos de medio aforo y para los que no fueron se perdieron de una tarde impregnada de bravura y de raza, de entrega y verdadera afición, se lidio un encierro de Jaral de Peñas algunos complicados pero en general con bravura, aunque justos de presentación.

Fernando Ochoa, oreja; vuelta triufal tras indulto con el ganadero don Luis Barroso; y palmas en el que toreó por Fabián Barba.

El sevillano Antonio Barrera, silencio en su lote.

Fábián Barba, salida al tercio tras aviso; fortísimo arropón y no mata a su toro por no salir de la enfermería; y palmas en el de regalo.

Fernando Ochoa vivió sin duda una de las tardes más importantes de su vida, la inició cortando la oreja al primero de la tarde luego de una faena en la que arranco pases tesoneros, hubo una tanda por el lado derecho de mucho son y tersura mató de entera ligeramente caída para pasear el primer trofeo, pero llegaría “Lantano” marcado con el 159 de 485 kilos, justo de presencia pero de una raza y bravura singulares, Ochoa inició su labor muleteril con un péndulo en los medios que puso a propios y extraños con el animo desbordado, le siguieron los pases por bajo, desmayando la tela roja por el lado derecho y los naturales de mucho temple y reposo no se hicieron esperar, el toro le permitió hacer una labor tersa con muletazos de largos que desgranaron muchas emociones y olés con fuerza y sentimiento.

Realmente de mucha intensidad fue la labor de Ochoa que desde hace mucho tiempo lleva metida en el alma a esta tierra, pues la entrega de la gente fue completa que le coreo con fuerza los naturales, los pases de vuelta entera y los remates con mando, los pañuelos blancos comenzaron a poblar el tendido y el bravo de Jaral de Peñas fue indultado, dio la vuelta al ruedo triunfal al lado del ganadero Luis Barroso Barona.

Con el que lidió por Fabián Barba, un astado muy complicado y peligroso, Ochoa estuvo en valiente pinchó y recibió palmas.

El sevillano Antonio Barrera, se vio en disposición toda la tarde ante el lote más complicado del encierro, el español mostró la voluntad pero no obtuvo la congratulación del tendido.

¡Que afición de Fabián Barba!

A su primero, le arrancó pases tesoneros, por ambos lados al distraído negro lucero que salía con la cabeza arriba, falló con la espada y todo quedo en una merecida salida al tercio donde sintió el afecto de la gente de su tierra.

Y, cuando apenas iniciaba su labor con el séptimo de la tarde, un astado peligroso que se lo echó a los lomos de manera aparatosa, protagonizando una escena escalofriante, fue llevado a la enfermería de la cual ya no le permitieron salir, salió el último astado y se decidió regalar un astado de Santa Bárbara, el cual no se prestó para que el torero se pudiera lucir, eso si mucha voluntad al final fue despedido con cálidas palmas.

Omar Villaseñor dejó un sabor agridulce entre la afición, en el primero un astado que metía bien la cabeza y que tenía recorrido y cierta raza había que llevarlo con mando y este joven de Morelia consiguió pasárselo en varias tandas de reposo y torería, muy plantado en la arena para agradar a la afición mató de entera en buen sitio y recibió la oreja.

Con el segundo otro enrazado astado poco logró transmitir al tendido, pases aislados que no hicieron eco, falló con el acero en varias ocasiones para retirarse en silencio.

Destacaron en banderillas Alejandro Prado en el toro de indulto, el de la gran dinastía de subalternos de esta tierra se desmontero en el tercio.

También muy destacado en sus actuaciones ha estado el aspirante Armando Ramírez quien ha dejado buenos pares y mejor sabor de boca al tendido hidrocalido.