Molesta de sobremanera que se le caiga a mentiras, se deje con los crespos hechos, a ilusionados niños como los alumnos de una Escuela Taurina como la de Mérida, Estado Mérida, por parte de personajes que juegan con los sentimientos no solo de ellos sino con el de sus padres y representantes, creyendo en promesas que no cumplen argumentándose excusas que dan pena ajena.

Con aspaviento, a voz populi, lo escuché de viva voz, en una reunión de la Alcaldía del Municipio Libertador, en la oportunidad de ser juramentados nuevos miembros de la Comisión Taurina Municipal, el anunciar que para este mes del año, un alumno de la Escuela Taurina de Mérida estaría partiendo hacia Madrid, España, donde supuestamente tenía un cupo para ingresar en una de las Escuelas españolas, esta es la fecha, no se dió tal viaje, todo fue una mentira, una ilusión desilusión taurina, para quien sería el candidato.

No se merecen ilusionarlos y luego desilusionarlos

El rosario de mentiras no se queda allí, para los alumnos de la Escuela Taurina de Mérida, otras promesas se han vocifereado, nada han cumplido, desilusionando, decepcionando, engañando, de una manera tal, que no se merecen el respeto y ya es mucho el poco que se les pueda tener.

Tiempo es ya, que padres y representantes, se pongan sus pantalones en el sitio, desenmascaren la falsedad que les rodea en la Escuela Taurina de Mérida, porque los perjudicados directos son sus hijos, que sueñan con aprender del toreo y ya está fuerte, como reza el dicho viven de ilusiones y mueran de desengaños y punto. 

Foto GC.