Los perjuicios que acarrea la cancelación de la temporada taurina en Medellín son muchos y muy graves.
Federico Gutiérrez, en actitud dictatorial, arrogante y arbitraria por ser portador de la credencial como Alcalde de Medellín y aspirante seguramente a la primera magistratura, abrogó abusivamente una ley que está vigente junto con varias sentencias favorables estudiadas, discutidas y finalmente declaradas exequibles por LA CORTE CONSTITUCIONAL.
 Constitución Política de Colombia La Constitución Política de Colombia en su artículo 95 reza lo siguiente por si lo ha olvidado el Alcalde de marras:
Artículo 95. La calidad de colombiano enaltece a todos los miembros de la comunidad nacional. Todos están en el deber de engrandecerla y dignificarla. El ejercicio de los derechos y libertades reconocidos en esta Constitución implica responsabilidades. Toda persona está obligada a cumplir la Constitución y las leyes. Son deberes de la persona y del ciudadano:
1. Respetar los derechos ajenos y no abusar de los propios;
2. Obrar conforme al principio de solidaridad social, respondiendo con acciones humanitarias ante situaciones que pongan en peligro la vida o la salud de las personas;
3. Respetar y apoyar a las autoridades democráticas legítimamente constituidas para mantener la independencia y la integridad nacionales.
4. Defender y difundir los derechos humanos como fundamento de la convivencia pacífica;
5. Participar en la vida política, cívica y comunitaria del país;
6. Propender al logro y mantenimiento de la paz;
7. Colaborar para el buen funcionamiento de la administración de la justicia;
8. Proteger los recursos culturales y naturales del país y velar por la conservación de un ambiente sano;
9. Contribuir al financiamiento de los gastos e inversiones del Estado dentro de conceptos de justicia y equidad.
Será que usted señor Alcalde de Medellín está interpretando al pie de la letra los postulados expuestos en este artículo de LA CONSTITUCION POLITICA DE COLOMBIA?
Quien responde por los daños y perjuicios causados por la decisión absurda, arbitraria y dictatorial del Alcalde de Medellín, generando desempleo de familias enteras que viven de la actividad taurina?
Garantizará el Alcalde de Medellín que este despropósito no tiene fines políticos encaminados a captar votos para una futura campaña presidencial?
Ahí quedan los interrogantes para el émulo de Gustavo Petro que con las mismas patrañas, mentiras y farsas, cerró por cinco años LA SANTAMARIA de Bogotá, dejando de percibir la capital miles de millones de pesos cuyo destino es para parques en los estratos bajos.
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