La despedida de Manuel Jesús El Cid, la clase y ortodoxia de Emilio de Justo y la actitud para ratificar el triunfo de su tarde anterior de David Martínez en la localidad de Manta, se truncaron con la mansedumbre que exhibieron los toros del hierro de Dosgutierrez.
El lote de El Cid, totalmente manso, nada ilusionante para un torero que tenía la esperanza de irse triunfante de una plaza que en otras épocas y con otros hierros brindó toda su tauromaquia que fue ponderada, valorada y premiada por su torería.
 Emilio de Justo no pudo exhibir su fina tauromaquia Otro lote de mansos se llevó el extremeño Emilio de Justo que le tapó todos los defectos a su primero y estuvo profesional con el segundo que fue infumable.
David Martínez, tampoco tuvo suerte y apenas se valora la voluntad y actitud del caleño que quiso encender los tendidos cubriendo el segundo tercio. Como si algo faltara el toro saltó dos veces al callejón demostrando y ratificando la mansedumbre. Se devolvió y salió el sexto bis que tampoco ofreció ninguna posibilidad.
Corrida triste y defraudante en tarde desapacible, fría y con lluvia donde se cubrieron los tendidos casi en su totalidad.
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