Dos debutantes hoy en Cañaveralejo que dejaron sentado sus nombres para próximas ferias por su honradez en el ruedo.
Se lidiaron ejemplares del hierro de Guachicono que después de seis años volvió a lidiar en la plaza de Cali, bien presentados pero faltándoles finales y fondo de casta, eso sí con nobleza.
Ramsés: silencio y palmas tras aviso
Emilio de Justo: Oreja y palmas tras aviso
Ginés Marín: Saludo tras aviso y palmas tras aviso. ---------- Poca transmisión la del toro que embistió con abulia y sosería a la muleta del bogotano Ramsés, faltándole chispa para que la faena hubiese sido más vibrante. Estuvo correcto con el ejemplar teniendo que luchar también contra el aire. Pudo haber cortado la oreja de su segundo por la faena que tuvo firmeza, hubo mando, temple en los muletazos, pegó los pitones a la franela en pases invertidos, faena seria, ortodoxa, sin aspavientos ni florituras pero la bendita espada le privó del trofeo. Una pena.
Oreja de peso para Emilio de Justo Emilio de Justo, es muy probable que tenga ya firmado el contrato del año entrante, pues cayó muy bien en la afición caleña. Faena mandona sobre las dos manos en su primero con un sentido del temple magnifico a otro toro que no exhibió la suficiente transmisión. Ejecutó la suerte suprema con ortodoxia y efectividad para ser premiado con un apéndice. El quinto fue quizá el toro más complicado del encierro y con las ansias de triunfo del cacereño se puso en plan de lidiador, arrancando los muletazos a un toro pegado al piso pero noble. La honradez de un torero que quiere venir muchas veces a las ferias colombianas. Se tiró a matar en varias oportunidades perdiendo la posibilidad de otro trofeo.
Ginés Marín con un toro de poco fondo de casta estuvo buscándole las vueltas al ejemplar que se fue quedando sin recorrido y sin gas. Pasaportó de estocada y dos descabellos. En el sexto por momentos se pensó que iba a ser el toro de la corrida por sus hechuras y por el tumbo que dio al picador de manera aparatosa; inició faena doblándose muy bien con el toro de manera muy torera pero todo se diluyo en la segunda serie y se agarró al piso teniendo el espada que buscar recursos, porfiando mucho. La estocada tardía enfrió un posible trofeo.
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