Parejos
de hechuras, una lámina, los hubo ensabanados, incluso flor de
gamón.
Bravo,
noble, galopó y tuvo fijeza el que abría plaza. Sin entregarse y
gazapeando el segundo. De buena condición del tercero, pero a menos.
Con mucho fondo el cuarto. Tuvo genio el quinto. Bravo y encastado el
que cerraba función.
Encajado
y variado con el capote Juan Bautista con el primero, abrochando el
recibo con una preciosa media. Estrecho de sienes y de buena hechuras
“Cuentista” tuvo gran condición, nobleza, recorrido por ambos
pitones, y prontitud, pues acudía galopando. Juan Bautista firmó
una faena cadenciosa, toreando a placer, con las yemas de los dedos.
Supo manejar a la perfección los tiempos y las distancias, en una
labor presidida por el temple, el buen gusto y la colocación.
Contundente espadazo, en la suerte de recibir.
Arreones
de manso del segundo en el peto, al que bregó con eficacia Raúl
Martí. Principió la faena por bajo Román. Por encima el valenciano
de un toro que nunca se acabó de entregar, con un incómodo gazapeo
en la embestida. No se aburrió, buscándole las vueltas en una labor
enfibrada, en la que se vio a un Román con mucho sitio delante de la
cara del toro. Estocada delantera y atravesada.
Espectacular
de capa el tercero, flor de gamón. Con facilidad Luis David Adame
ganó terreno a cada lance en su recibo a la verónica. Abrió faena
con cambiados por la espalda. Quizá algo encimista con un toro de
buen aire, pero no sobrado de fuelle. Faena voluntariosa que se fue
diluyendo. Sin fortuna con los aceros.
Picó
con eficacia Alberto Sandoval al ensabanado cuarto, un toro que salió
con una cornada en los cuartos traseros. Rebrincado en sus inicios,
sin embargo Juan Bautista lo fue haciendo, todo a favor del toro.
Faena de menos a más en la que el torero de Arles a base de técnica
y temple logró alcanzar altas cotas, en un conjunto que tuvo ritmo e
intensidad, sobre la diestra. Tuvo fondo el toro, al que exprimió
Bautista. Nuevamente lo cazó con una estocada, desprendida, en la
suerte de recibir.
Se
lo dejó venir de lejos Román al quinto, un toro con mucho genio.
Firme y sin dudas el valenciano, tragó con un toro que se movió,
pero tirando continuos derrotes. No quería nada por arriba. Se
atascó con la tizona.
El
sexto sería el toro de la tarde, un toro con más plaza que sus
hermanos. Lo recibió Luis David con las manos muy bajas, se lució
el hidrocálido en su quite por Zapopinas. Buena lidia de Tomás
López, de igual forma se lució con los palos Miguel Martín. Inicio
volcánico de faena, una tanda completa de rodillas. Faena sin
respiro, un toma y daca. “Merengue” fue un torrente de
embestidas, bravo y codicioso, embistió por abajo y con profundidad.
Luis David de lio fiesta por ambos pitones, en una faena entregada y
vistosa, en la que conectó pronto con el tendido, sin embargo le
faltó rotundidad. Contundente el espadazo, recibiendo.