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Con más de dos tercios de entrada se han lidiado cuatro toros de Puerto de San Lorenzo y dos de (1º y 3º) de La Ventana del Puerto, de desigual juego.
Emilio de Justo, oreja y oreja
Román, ovación tras aviso y silencio tras aviso
Ginés Marín, vueltay herido. Emilio de Justo en hombros En el día de hoy se celebró el tercer festejo de la feria de otoño de Madrid, con un tiempo agradable en los tendidos y también en el ruedo, este festejo ha resultado entretenido, primero por el comportamiento del ganado y por la buena actuación de la terna, lo único que hay que lamentar es la cogida del diestro gaditano Ginés Marín en el sexto de la tarde teniendo que pasar a la enfermería.
Hoy nos ha sorprendido el buen juego que han dado los toros del convento de los hermanos Fraile, algo que no sucedía desde hace algún tiempo por estos lares. Hacía tiempo que Emilio de Justo venía acariciando la Puerta Grande y por fin la ha conseguido. Román con la alegría de siempre y Ginés Marín ganando terreno, lástima lo del percance.
Pese al exceso de peso, los toros del Puerto de San Lorenzo y La Ventana, se movieron embistieron con nobleza y cierta raza unos más que otros, tres de ellos aplaudidos en el arrastre (1º, 3º y 4º), la otra mitad silenciados cuando se los llevaron las mulillas, pero como se dice ahora modernamente “se dejaron”, los dos mejores le tocaron a Emilio. El de menor peso el segundo con 531 kilos sobre sus lomos, el de más 678 como fue el quinto, la media en la romana fue de 593; en mi criterio particular, con demasiado peso (ni tanto, ni tan calvo), en el término medio siempre está la virtud.
 Emilio de Justo con la diestra El torero de Cáceres Emilio de Justo supo aprovechar, las buenas condiciones de su lote, sacándole el mayor partido; toreo muy bien con el percal y no digamos con la muleta ante sus dos oponentes, siendo ovacionado en varias ocasiones durante su excelente quehacer, toreando con cadencia con la muleta por ambos pitones a los dos, tanto por el pitón derecho como con la otra mano, entusiasmando a los aficionados; culminando su labor con dos sendos espadazos a cada uno, estuvo contundente con los aceros, todo eso le llevó a cortar un apéndice a cada cuatreño. Puerta Grande de mucho mérito. Feliz se fue al hotel el extremeño aupado por la multitud.
 Román en ajustada manoletina Algo distraído era el segundo para el valenciano Román, que demostró su valor y su sempiterna sonrisa, pese a la aparatosa voltereta que le propinó su adversario, no perdió los papeles en ningún momento, cerrño labor con unas manoletinas ajustadas antes de cobrar una estocada bien colocada pero le hizo falta descabellar acertadamente. Un zambombo era el quinto, pese a la envergadura del bicharraco, lo toreó en buen tono y son, primero por estatuarios muy toreros, luego ligando los derechazos rematados con el de pecho, por el pitón izquierdo el burel le avisó pero el de Valencia le aguantó estoico y sin enmendarse; si hubiera estado más fino con los aceros, quizás hubiese habido premio, simplemente saludó desde el tercio.
 Ginés Marín al natural El tercer morlaco de la tarde fue para el gaditano Ginés Marín, cuatreño que superaba los 600 kilos, pero como se estila ahora, “se dejó”. Fue aplaudido con la capa lanceando por verónicas y la media de remate, también hubo palmas al inicio de faena. Casi en los medios instrumentó tres redondos de excelente trazo, aún fue mejor la segunda tanda, ligó en los naturales que remató con largo forzado de pecho, la faena fue a más por ese pitón siendo ovacionado, lentos fueron los derechazos acompañados de olés, ha tenido una buena actuación. Mató de una media estocada en buen sitio que fue sufí, hubo petición no atendida por el Usía, vuelta al anillo. Llegamos al sexto, dos verónicas de saludo y pare de contar. Muy decidido con la franela al inicio de labor, pero al continuar por redondos al segundo pase, es alcanzado dándonos un susto, que fue a más cuando su cuadrilla lo llevó camino de la enfermería. Lo despenó Emilio de Justo.
Con la vara fue aplaudido el del castoreño Mario Benítez de la cuadrilla de Emilio al picar al primero del encierro. Con los garapullos saludaron, Ángel Gómez a las órdenes de Emilio de Justo y “Fini” de la cuadrilla de Marín.
Contentillos salimos del festejo y de aquí al viernes.
Parte facultativo: Herida pos asta de toros en zona mandibular derecha con una trayectoria ascendente de 5 cm. que produce destrozos en músculo macetero y contunde parótida y nervio facial. Es intervenido en la enfermería de la plaza de toros. Pronóstico reservado. Fdo.: Doctor García Leirado
Fotos: Muriel Feiner
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