Definitivamente, el reimpulso de la Escuela Taurina Humberto Alvarez rescatando el legado de su fundador, que puso el todo por el todo, por la formación de la nueva generación de la Cantera Taurina Venezolana, debe darse dejando de lado, lo malo del pasado, que renazca por el bien de sus alumnos, no cabe duda de ello.

Su renacer vaya en bien de sus alumnos

De la transición en la que actualmente está, debe nacer una nueva Escuela Taurina Merideña, reforzada y conformada por quienes, sin intereses de por medio, la echen adelante, sin creerse dueños de ella ni formar parcelas y en sus efectos, debe privar, en su nueva dirigencia, la humildad, equidad, sensatez, sencillez, espíritu instructivo educativo, como siempre tuvo como norte hasta los últimos segundos de su existencia, Humberto Humbertico Alvarez.

Recular es pecar, caer en manipulaciones, chivo que se devuelve se desnuca, se debe comenzar de cero, bien reza el dicho borrón y cuenta nueva y así, todos por igual, sin distingo alguno, darle nueva vida a la Escuela Taurina Humberto Alvarez, poder es querer, que su renacer vaya en bien de sus alumnos, lo pasado al cesto vaya, lo demás es cuento, punto en boca y olé.

Foto GAC.