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Con tres cuartos de entrada, se han lidiado toros de El Pilar, bien presentados, bravos y nobles, el
segundo premiado con la vuelta al ruedo.
Manuel
Escribano, Oreja y Ovación
Alejandro
Marcos, Dos Orejas tras aviso y Oreja Salvador Ruano actuó de sobresaliente. Foto archivo Entretenido
mano a mano, los rabosos de El Pilar han puesto en bandeja el triunfo
a los toreros, derrochando nobleza.
Manuel
Escribano entendió con facilidad y oficio las nobles embestidas del
primero. Un toro de buen son, pero de sosa embestida. Faena medida
rematada con media estocada.
El
de Gerena recibió al tercero con dos largas cambiadas, banderilleó
con facilidad y variedad por los dos pitones. Escribano manejó a la
perfección tiempos, distancias y alturas, con un toro de buena
condición. Faena de torero en sazón, impecable técnica y temple,
defectuosa la espada.
Cadencioso
en el toreo a la verónica de Alejandro Marcos en el segundo. Bravo y
con fijeza empujó en varas. “Jacobo” tuvo fijeza prontitud,
recorrido y ritmo en la embestida. El torero de la Fuente de San
Esteban mostró su excelente corte, corrió bien la mano, faena
basada en el temple y la ligazon sobre la diestra. En el tramo final
firmó unos naturales de bella factura. Abrochando el conjunto con
unas trincherillas, con aroma, de torero caro. Viajó abajo la
espada.
Con
el que cerraba plaza, un toro con más transmisión, más exigente en
su embestida, dejó unos delantales con enjundia. Dio la cara
Alejandro Marcos, faena de perder pasos, en la que llevó muy por
abajo al del Pilar, faena con fibra, desigual con los aceros.
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