Con media entrada se
han lidiado toros de Puerto de San Lorenzo el 5º como sobrero, bien
presentados, y de juego desigual, siendo el 4º de excelente
condición
Juan
José Padilla, Silencio y Oreja tras aviso
López
Chaves, Oreja y Oreja
Luis
David Adame, Silencio y Silencio.
 Foto archivo Al
finalizar el paseíllo, se hizo entrega a López Chaves de una placa,
en conmemoración de sus veinte años de alternativa, también Juan
José Padilla recogió una cariñosa ovación en el tercio, en la
tarde en la que se despedía de La Glorieta.
Se
alargó en exceso la función en La Glorieta, muy lentas las
transiciones.
No
se confió Padilla con el manejable primero, feo el metisaca.
Padilla
se vio forzado a poner los palos en el cuarto, ante la insistencia
del público. Discreto y con apuros el jerezano al clavar. Se esforzó
en la muleta con un toro que tuvo más plaza y remate que los
anteriores y de excelente condición por el izquierdo, con mucho
recorrido “Malaguito” haciendo el avión, se lo dejó ir. Tiró
de repertorio populista para conectar con un amable tendido,
rodillazos, desplantes. Contundente espadazo tirándose arriba, lo
mejor de su actuación
Se
empleó bien el segundo toro “Cartuchero” en el peto, con la cara
abajo, metiendo los riñones, se agarró bien “El Legionario”.
Faena valerosa y entregada de Chaves, con un toro manejable pero
distraído en el último tercio. Tan pronto encima del toro como
citando en la larga distancia. Muchos muletazos pegó el ledesmino,
faena un tanto desordenada. Media estocada trasera y perpendicular
fue suficiente.
Claudicó
el quinto en varas, fue devuelto. Bien armado y con mucha plaza el
sobrero “Billetito”, bien astifino. “Billetito” llegó con
un molesto gazapeo al último tercio y soltando la cara en el
embroque. Voluntariosa labor, sin opciones de lucimiento, demasiados
desarmes. Lo intentó todo Chaves buscando las vueltas al desclasado
animal. Lo cazó a la primera.
Accidentado
inicio del tercero, aparatosa cogida a Luis David Adame al ejecutar
las chicuelinas de recibo, posteriormente el toro levantó las
tablas, sin pasar al callejón. Faena voluntariosa pero anodina, con
un toro manejable que no acabó de romper, abrochadas con unas
bernadinas. Se atascó con la tizona.
Largo
de viga y de blanca mazorca el sexto. Luis David abrió faena con
cambiados por la espalda, deslucido animal, al que le costaba
desplazarse, esfuerzo sin premio, el público ya se había
desconectado del festejo.
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