Con más de dos
tercios de entrada, se han lidiado toros de Vellosino, el 5º tris de
Garcigrande, mal presentados, flojos y descastados.
Morante de la
Puebla, silencio y división de opiniones
Manzanares, silencio
tras aviso y ovación
Emilio de Justo, que
sustituía a Cayetano, ovación y ovación.  Foto archivo La falta de raza y
de fuerza fue la tónica general de la corrida de Vellosino, algunos impresentables de presencia.
Noble y manejable el
primero. Muy flojo el segundo. Tuvo movilidad el tercero. Sin
recorrido con la cara arriba el cuarto. Con fondo el rajado quinto.
Potable el flojo sexto.
Poco pudo hacer
Morante con el que abría plaza, un zambombo, muy atacado de carnes.
Excesivamente sangrado en varas. Morante lo intentó sobre la
diestra, en breve trasteo en el tercio, sin respiro, con un toro con
bondad, pero al que le costaba moverse. Desafortunado con la espada.
Morante se afanó en
su segundo turno, con el quinto, un animal desrazado y ayuno de
recorrido. En terrenos de tablas le buscó las vueltas, sin embargo
debido a la deslucida condición de “Nochebuena” aquello no
levantó vuelo. Mató de media estocada, al encuentro
Manzanares estuvo
voluntarioso con un animal excesivamente anovillado. Se había
desmonterado en este segundo Rafael Rosa. Faena intermitente, de
enfermero, intentando mantener en pie a un toro claudicante,
excesivamente flojo, demasiadas voces las del diestro alicantino. No
le funcionó la tizona, dejando un feo metisaca, tras varios
pinchazos.
Incomprensiblemente
devuelto el quinto, al lesionarse en banderillas, tras un volatín.
El de José Vázquez
salió lesionado de los cuartos traseros, fue devuelto igualmente.
Basto de hechuras,
aleonado y sin cuello, el de Garcigrande. “Desagradecido” fue
manejable en la muleta, algo rebrincado en la embestida, pero tuvo
fondo el rajado animal. Un Manzanares con intermitencias, ligó y
templó sobre la diestra, con plasticidad, pero sin acabar de
redondear. Dejó una estocada entera, habilidosa, tras pinchar en los
dos primeros envites.
Un crecido Emilio de
Justo ganó terreno a cada lance a la verónica, muy jaleado por el
público. Dejando en suerte a este tercero con un galleo por
chicuelinas. Más voluntad que acierto hubo en el quite por gaoneras.
“Inclusero” llegó al último tercio con movilidad y repitiendo
en la embestida, con recorrido por el derecho. Ambicioso Emilio de
Justo se lo dejó venir de lejos. Algo crispado el extremeño por
momentos y quizá afectado en sus maneras. Sin embargo firmó pasajes
de buena nota corriendo bien la mano, por el pitón de mejor
condición. De muchos quilates los naturales a pies juntos a modo de
broche. Se atascó con la tizona. Flojito pero de buen
aire el que cerraba plaza. De Justo dio con la tecla, al no bajar
excesivamente la mano a un toro no sobrado de fortaleza. Más
reposado que en su primer turno, el extremeño asentó las zapatillas
en el tercio, firmando buenos pasajes al natural en la segunda parte
de la faena, afearon las contínuas voces para provocar la embestida
de “Bonito”. Estéticos los ayudados a modo de broche. Estocada
caída al tercer intento.
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