Con media entrada se lidiaron novillos-toros de Valdellán, bien  presentados y de juego desigual. El primero y el sexto aplaudidos en el arrastre. El tercero fue premiado con la vuelta al ruedo y el cuarto pitado en el arrastre.

Manuel Rodríguez, ovación y silencio tras dos avisos

Pablo Atienza, silencio y silencio tras aviso

Adrien Salenc, oreja con petición de la segunda y dos orejas.

El novillero francés en hombros

Manuel Rodríguez: Recibió al primero de la tarde a portagayola y  fue arrollado. A pesar del golpe volvió a la cara con raza propinando varias verónicas. El novillo-toro fue bravo en varas y pronto en banderillas. El malagueño demostró muchas ganas aunque también la lógica falta de oficio, dibujó buenos naturales de frente a pies juntos. Logró una buena estocada.

Manuel Rodríguez recibiendo con el capote al novillo

El cuarto de la tarde complicado, empujó en varas y cortó en banderillas, rajándose en la muleta. Rodríguez realizó una faena con altibajos. Falló con la espada.

Pablo Atienza al natural

Tampoco se lo puso fácil el quinto, que empujó en el caballo y cortó en banderillas. En la muleta Atienza realizó una larga faena a un novillo rebrincado que embistió con la cara alta y sin transmisión. Pinchazo y estocada.

Adrien Salenc: regresaba a Calasparra tras el grave percance que sufrió el pasado año. Se lució a la verónica rematando gallardamente con chicuelina y media.

Emotivo tercio de varas con el novillo de Valdellán

Se pudo ver un gran tercio de varas de Juan José Esquivel y un novillo-toro que se arrancó dos veces desde el centro del ruedo. Salenc, planteó la faena ligada y cargada de sentimiento y sinceridad en los medios de la plaza, a un novillo repetidor y exigente. Levantó al público de sus asientos que vivió con emoción la faena. Mató al encuentro logrando una estocada casi entera.

Muy torero Salenc toda la tarde

Salió muy motivado Adrien Salenc en el sexto de la tarde, al que lanceó rodilla en tierra. Con la muleta corrió la mano con gusto,  templanza y mando por el pitón derecho, rematando con pases de pecho a hombro contrario. Por el pitón izquierdo el novillo punteaba. Se tiró a matar o morir, ante el silencio sepulcral del respetable.