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Con un cuarto de entrada se han lidiado cinco novillos de Guadalest y uno (6º) de La Interrogación, de poca presencia y juego desigual.
Toñete, vuelta y oreja
Marcos, ovación y oreja
Alfonso Ortíz, ovación tras aviso y silencio.
El verano aun está presente, la tarde hoy ha sido calurosa en esta localidad madrileña, en que ha tenido lugar la novillada ferial, con escaso público en las gradas, el por qué ¡vaya usted a saber!, los que no asistieron tampoco se perdieron nada, ya que el festejo menor poco alicientes tuvo, primero por el ganado desigual en todos los órdenes, de muy escasa presentación, escasos en el peso, escasos de pitones y escasos de bravura, con tales mimbres pocos buenos cestos se podían hacer, amén del poco bagaje de la terna, que hubieran orejas, no quiere decir que la novillada fuese exitosa, la autoridad estuvo más que generosa a la hora de conceder los trofeos, en cuanto los pañuelos aparecieron en los tendidos el presidente casi de inmediato sacó el suyo premiando la actuación de los dos actuantes.
Como bien podrán comprobar los amables lectores por la cortedad de la reseña que va a continuación, ya que poco podemos reseñar de lo acontecido hoy en Sanse. Hoy la suerte de varas fue un mero trámite, todos los utreros apenas recibieron la caricia de un solo puyazo, menos el lidiado en sexto lugar que recibió dos. En el quinto vimos un buen tercio de banderillas a cargo de la cuadrilla de Marcos aunque no llegaron a desmonterarse.
 Toñete con la diestra
 Toñete paseando el trofeo  Marcos con la izquierda
 Marcos en apuros  Ortiz a la verónica  Ortiz por bajo
Fotos: Muriel Feiner
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