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Con casi lleno se han lidiado cinco toros de Núñez del Cuvillo, chicos y descastados; noble y repetidor el 5º y un (6º bis) de El Cotillo, serio y rajado.
Curro Díaz, oreja y dos orejas
José Mª Manzanares, ovación y dos orejas
Roca Rey, oreja y palmas.
El linarense y el alicantino en hombros Se lidió un encierro de Núñez del Cuvillo, chico… Impropio. Por su juego destacaron dos toros: cuarto y, sobre todo, quinto que fue el más colaborador. Sobre ellos se desarrollaron las faenas de la tarde. Dos faenas artísticas de distinta versión. Al óleo la de Curro Díaz y fotográfica la de Manzanares.
Por todos es sabido que una obra al óleo tiene más valor que una fotográfica. Mientras la segunda roza la perfección estética, en la primera se mezclan genialidades e imperfecciones, se manifiestan las cualidades y sentimiento de su creador… El toque humano emociona.
Curro había cortado una oreja a su primero a base de tesón y exposición. Le toreó cadencioso a la verónica en un jaleado saludo. Aquel galleo por chicuelinas y un recorte de otro tiempo puntuó. Con la muleta estuvo entregado con la tardanza y falta de entrega. Expuso. Una gran estocada junto a lo reseñado hizo caer el primer trofeo de la tarde.
Curro estuvo muy determinante con el estoque El toreo al óleo brotó en el cuarto de la tarde. No había querido capa el toro. Agarrado a tablas brotó la inspiración por alto… Añeja estampa. Se sucedieron carteles por ambos pitones en pases desmayados. Hubo buen toreo de mano baja a ráfagas por el pitón derecho, en momentos el toro no dejó sentir por este lado. La frescura apareció en forma de molinete de rodillas. De nuevo surgió la pintura al natural. Cadencioso el trazo, en la verticalidad el toreo. El epílogo de altos vuelos. De nuevo el sentimiento que emociona en ayudados estéticos. Y de nuevo el acero arriba hundido.
Manzanares estuvo breve con su primero. Frío, apático… No conectó con el tendido abarrotado.
Manzanares con la diestra El quinto, que fue el mejor toro de la tarde, fue exprimido por José María Manzanares en un estado de motivación competitiva. Lo trajinó de salida hasta conseguir meterlo en la capa para lucirse a la verónica. Buenos lances cargados de temple ofreció el torero. En la muleta apareció la perfección fotográfica. Fue conquistando al tendido a medida que conquistaba los terrenos… se ciñó el espacio en la tercera tanda. Ajustado logró la conexión. Homenajeó a Manolete por manoletinas. Disfrutó la nobleza repetidora y mató de una colosal estocada.
El tercero que era feo de los que dan pena, fue noble a la vez que breve. Sólo unos estatuarios con firmeza levantaron la pasión. La línea recta fue el camino de la rajada embestida por el derecho. La zurda le robó muletazos a la huida. Quiso sacar de donde no había y emocionar sin toro, Roca Rey. Se encontró con una oreja en la mano al matar al encuentro.
Roca Rey citando Salto el sexto bis, de El Cotillo... también el devuelto. Serio y avispado de salida. Cortó el recorrido pronto, el torero la faena. Roca Rey debió pensar que no estaba en Las Ventas. Roca Rey visitó Linares.
Fotos: Carlos Hugo García a excepción de la 1ª
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