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Con un cuarto de entrada se han lidiado toros del Marqués de Quintanar de aceptable presencia pero faltos del fuerza y de raza.
Finito de Córdoba, silencio y ovación con saludos
David Mora, oreja y oreja
Antonio Nazaré, oreja en ambos.
Una cita que siempre ha sido clave en la temporada taurina la del 25 de Agosto en Almagro pero que desafortunadamente, ya no es lo que era. Bien es cierto, que la empresa que gestiona actualmente el coso ha puesto todo de su parte, recuperando la tradicional desencajonada o incrementando la feria en un festejo más, o formando un cartel que aunque no sea de máximo tirón taquillero si lo era para que hubiera habido una mejor entrada. En el aspecto ganadero los toros del Marqués de Quintanar fueron un quiero y no puedo, y así es muy difícil hacer el toreo.
Finito de Córdoba con la diestra Abrió cartel Finito de Córdoba que volvió a una de sus plazas talismán, un coso el de la ciudad encajera en la que ha conseguido triunfos importantes como un indulto a un toro de Fuenteymbro y faenas para el recuerdo del buen aficionado. Pero en este 2018, 11 años después de su último paseíllo no pudo ser. Se fue de vacío llevándose como premio una ovación. No tuvo opción alguna con un lote muy a contraestilo y que con el que solo se pudieron ver detalles muy propios de su tauromaquia y de su buen corte de torero. Hizo lo que pudo con voluntad y con estilo pero sin poder redondear.
David Mora fue uno de los triunfadores de la tarde David Mora reaparecía en Almagro tras la cornada sufrida en Socuellamos el pasado 10 de Agosto. Recibió a su primero con un buen y arrebatado recibo capotero. El toro con nobleza pero con la fuerza justa pasó por la cuidadosa muleta de Mora con temple por ambas manos, maquillando así la flojedad del animal. Paseó una oreja tras colocar estocada atravesada y desprendida.
Con el quinto se gustó por chicuelinas de gusto, este toro fue el más potable de la corrida cogía las telas con emoción y transmisión. David Mora lo fue cuajando poco a poco alargando el viaje de su enemigo en una faena que terminó yendo a más, paseando una oreja que le abriría la Puerta Grande.
Antonio Nazaré a la verónica Cerraba la terna Antonio Nazaré un torero que lamentablemente hace el paseíllo pocas tardes, pero que si, en Almagro demostró que es un diestro con grandes facultades y recursos estando para ocupar otro sitio más alto en el escalafón, sin duda. Firme y entregado en su primero al que cortó una oreja, fue un toro reservón y tardo con nada de casta, al que consiguió doblegar esa condición con valentía y buena mano.
El último de la tarde tuvo recorrido y buen galope, pero el problema venía en el momento en el que se le bajaba la mano. Con esa media altura y cuidándolo mucho con suavidad consiguió momentos lucidos sobre todo en el toreo al natural. En el epílogo de la faena tiró de recursos y cercanías y con las luquesinas finales consiguió arrancar los fuertes aplausos del público como también hizo el torero arrancando esa oreja que le abriría la Puerta Grande.
Fotos: Teresa Torres
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