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Con más de un cuarto de entrada se han lidiado tres novillos (1º, 5º y 6º) de Santa Teresa y tres de Couto de Fornilhos, de distinta presentación y descastado juego.
Ángel Jiménez, ovación tras aviso y silencio tras aviso
García Navarrete, silencio tras aviso y silencio
Juanito, silencio en su lote.ünica ovación de la noche La tercera novillada nocturna de Las Ventas, resultó más bien aburrida, una vez más por culpa de las reses lidiadas, que fueron mansos, descastados y desrrazados, con semejante material no era posible que la terna pudiera hacer algo meritorio, solo el novillero de Écija apenas logró saludar en el utrero primero, los otros dos encartelados escucharon silencio en sus actuaciones. Apeas superó el cuarto de entrada, en una tarde-noche más bien fresquita y con una duración de dos horas y quince minutos.
Los novillos de las dos ganaderías, fueron los culpables del desaguisado, de los seis lidiados, cinco pitados en el arrastre y en el cuarto se dividieron las opiniones, todos mansos faltos de raza y casta, con semejante material bovino nada era posible.
Los tres chavales se las vieron y se las desearon para poder con sus “enemigos”, voluntad no les faltó, pero todos sus esfuerzos fueron inútiles cayendo en sacos rotos. Bien podemos decir que el festejo menor no fue ni fu ni fa, más fa que fu.
Ángel Jiménez que era el más antiguo por tanto el sevillano abrió plaza ante un manso que embestía con las manos por delante; con la capichuela nada de nada y con la franela poco a destacar unos redondos sin mayor mérito, como tampoco tuvieron los naturales, estuvo aseado y voluntarioso, supo manejar el alfanje dejando una estocada casi entera y de buena colocación, eso le hizo saludar desde el tercio. A la puerta de los sustos se fue a saludar al segundo de su lote, el lance salió limpio, como también salieron limpios las dos largas cambiadas rodillas en tierra, por ello fue muy aplaudido, pero ahí quedó todo, primero porque molestó mucho el viento y pese a su voluntad no consiguió conectar con el público toreando por ambos pitones, voluntad no le faltó, también arriesgó más de lo necesario sin conseguir nada a cambio, lo peor fue su fallo reiterado con los aceros. Silenciada su actuación.
El segundo de la terna fue el de Vilches (Jaén) García Navarrete. Saludó a su primero con cuatro verónicas de buen tono más la media de remate, palmitas para el chaval; con la franela se dobló bien de inicio, los redondos siempre a media altura y los naturales con poco fuste y con los aceros fallón. Medio bravucón era el quinto, con la capa lo recogió sin más. Con los trebejos algunos redondos de buen tono pero con la mano contraria no hubo transmisión, parte de los parroquianos batieron palmas de tango; eso sí estuvo más acertado dejando una estocada que surtió efecto doblando el animal.
El de Portugal, Juanito, estuvo bien con el percal saludando por verónicas mecidas. Con la pañosa demostró buenas maneras toreando en redondo, lo intentó con la zurda pero el utrero dijo que nones; tiene idea de lo que va esto; pero finalmente el novillo se le paró y no le quedó otra que pedir la espada verdadera y dejó una estocada hasta las cintas y el utrero sin puntilla, fue lo mejor de su labor. El novillo que cerró festejo, tenía poca casta y poca fuerza, terminó parándose; con la capa destacó al llevar bien ante la cabalgadura. Pero con la muleta no dijo nada por ningún pitón, cerró actuación con unas manoletinas ajustadas. Mató de una estocada casi entera en buen sitio, que el animal acusó.
De las cuadrillas destacaron los picadores Juan Francisco Peña picando al cuarto y Antonio García picando al segundo. Saludaron montera en mano los banderilleros Javier Rodríguez y Ángel Muñoz de la cuadrilla de García Navarrete.
Como habrán podido observar la novillada fue más bien aburrida.
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