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Con un clima inestable, con viento racheado, algo de lluvia y sol, tuvo lugar el festejo que hacía el nº 31 de este tan largo ciclo taurino, que menos mal ya termina el domingo día 10 del presente mes, la feria se nos ha hecho muy pero muy larga, no estaba seguro de llegar al final, porque los años pasan y pesan, pero al final hemos llegado y parece ser que sin ningún contratiempo a Dios gracias.
Hoy la plaza registró una estupenda entrada, algo más de los tres cuartos, yo esperaba aún más debido a la presencia en la arena de los toros de Adolfo Martín, el cartel tampoco era manco, dos toreros con nombre y un toricantano. El cartel se compuso de El Cid, Pepe Moral y Ángel Sánchez. El padrino no tuvo suerte ya que fue herido en el primero de su lote nada más empezar labor con la muleta, tampoco tuvo suerte el alternativado, que tuvo que bregar con tres toros y solo en su primero logró saludar desde el tercio, el mejor parado fue el andaluz Pepe Moral que logró cortar una solvente oreja en el último de su lote, que en este caso era de tres, bien pudieron ser dos, pero desafortunadamente pinchó de primeras eso le impidió abrir la Puerta Grande.
El encierro de Adolfo Martín, fiel a su encaste, bien de presencia, agresivos de cornamentas, acudieron al caballo empleándose demostrando su raza y casta, todos pidieron el carné, menos el quinto que fue un toro de bandera que bien se merecía la vuelta al anillo, pero seguimos con presidentes desconocedores de la fiesta y sin sensibilidad alguna. Para el 1º palmas, silencio para el 2º, pitos para el 3º, silencio para el 4º al igual que al sexto y el quinto ovacionado en el arrastre, poco premio dadas sus excelentes condiciones. El peso medio del encierro fue de 525 kilos.
De Jesús Manuel “El Cid”, nada podemos decir hoy, ya que desafortunadamente fue cogido y herido de gravedad nada más iniciar faena en el primero de su lote, quedando así en un mano a mano inesperado.
El toricantano Ángel Sánchez, consiguió saludar en el toro de alternativa, en el que estuvo más que decente, tanto con el capote como con la muleta, pases que tuvieron buen tono los diestros, con la zocata más bien de lejitos, también es verdad que el pupilo de Adolfo estuvo renuente en sus embestidas. Con los aceros, de entrada le metió bien la mano haciéndolo todo el nuevo matador, lo finiquitó con dos golpes con el descabello. Las palmas finales le obligaron a saludar desde el tercio; sus dos otros oponentes apreciamos la bisoñez del toricantano, que escuchó silencio ante esos dos toros restantes. Maneras y galanura no le faltan, pero sí mucho que aprender y corregir, que de eso ya se encargara su maestro Carlos Aragón Cancela.
 Pepe Moral fue el triunfador. Foto: Plaza1 He dejado para el final al testigo de la alternativa ya que poco le faltó a Pepe Moral para abrir la Puerta de la Gloria; su toreo al quinto tomó altos vuelos, también es verdad que el Adolfo tenía unas embestidas claras, nobleza y ritmo en sus embestidas, en ese toro quinto el de Los Palacios demostró la calidad de torero que es, los olés se sucedieron uno tras otro tanto toreando primorosamente con la mano diestra como con la contraria, las ovaciones fueron sonoras a tan insigne quehacer, la faena bien estructurada fue a más y por cada pitón del adolfo, estuvo en torero delante de su amigo que no enemigo, que le dio facilidad hasta para que su matador se pusiera ante sus pitones en un desplante de torero caro y con valor, el cinqueño solito se cuadró después del epílogo con esos doblones poderosos pidiendo la muerte y el de Los Palacios lo aprovechó entrando a por uvas, fue una pena penita pena que en el primer envite con la tizona pinchara, en el segundo encuentro se volcó sobre el morrillo dejando una estocada entera un pelín desprendida pero haciendo doblar al cornúpeta. Los albos pañuelos afloraron en todos los tendidos y la oreja de mérito fue a parar a su mano diestra, dando con ella la vuelta al anillo venteño. En sus dos toros anteriores, se silenció su labor ya que no tuvieron demasiado reconocimiento por parte de los parroquianos.
Con los palitroques lució palmito Juan Sierra, saludando montera en mano, este banderillero era de la cuadrilla de Pepe Moral, esto sucedió en el toro 5º. También bregó con acierto Sergio Aguilar de la cuadrilla de Ángel Sánchez.
A la postre disfrutamos con este festejo, pero ojo que aún quedan dos más; mañana la última de rejones, mano a mano, Andy Cartagena y Diego Ventura, con toros de Los Espartales y llegamos al final del maratoniano ciclo con los toros de Victorino Martín, paro los matadores Manuel Escribano, Paco Ureña y Emilio de Justo. Y colorín colorado esto se acabó.
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