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La Sala Antonio Bienvenida de la plaza de toros de Las Ventas se llenó de gente, torería y luz con la inauguración de la exposición pictórica de Diego Ramos, que además es el autor del precioso cartel de la Corrida de Beneficencia de este año.
Presentó el acto la periodista Gloria Sánchez-Grande, en presencia del director del Centro de Asuntos Taurinos de la CAM, el infatigable Manuel Angel Fernández.
José María Moreno Bermejo hizo un interesante desglose de la evolución de los grandes pintores de la tauromaquia a través de los siglos, desde Witz, Goya, Carnicero, Picasso, hasta la época más reciente, para terminar, alabando las grandes dotes y capacidad de evolución del colombiano Diego Ramos.
El empresario de la plaza de toros de Bogotá Felipe Negret, que tanto luchó por la Fiesta en su país natal, también pronunció unas bonitas y sentidas palabras sobre su compatriota.
Como todos los grandes artistas de la tauromaquia, el primer deseo de Diego Ramos fue convertirse en torero y por eso fue alumno de la Escuela de Tauromaquia de Madrid. De hecho, su primer profesor estaba presente en la Sala, el torero Agapito García “Serranito”, de Colmenar Viejo.
Sentado entre la gran afluencia de público, se encontraba otro “monstruo del toreo colombiano”, el diestro Cesar Rincón.
Diego Ramos cerró el acto con unas sencillas palabras. No quiso extenderse, pero su magnífica obra habla por sí sola.
A pesar de su juventud, Diego Ramos es uno de los más grandes pintores taurinos de todos los tiempos… Y su grandeza se traduce, como en el caso de todos los grandes genios del mundo, en una personalidad sencilla, amable y noble. Como el grandísimo artista que es, podría destacar con sus pinceles en cualquier temático… ¡Gracias, Diego, por elegir los toros! Diego Ramos y su obra expuesta  Un momento del acto  César Rincón entre los asistentes  Uno de los cuadros expuestos  Otra de sus obras  Felipe Negret acompaña al pintor en la foto de familia
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