Cuando el grupo de antitaurinos que vive en la capital ecuatoriana, desean a toda costa que desaparezca la mejor de las fiestas de la ciudad de Quito, se han dedicado a buscar la forma “cómo causar más problemas y, cómo no tienen la capacidad para sobresalir en la sociedad ecuatoriana, ahora tratan a toda costa, revocar el mandato al alcalde metropolitano de la ciudad, supuestamente, por no haber dado paso al cumplimiento de la malhadada consulta popular del año 2011”. Sin embargo, lo que todos entendemos, es que la “poca masa gris” que tienen estos “seres raros” en su cabeza, no les permite entender el idioma español, ya que, según ellos, la consulta decía que “está prohibido los espectáculos públicos que terminen con la muerte del animal y que no se ha cumplido”. (?)

Francisco García Herrera pintura

Desde esa fecha, ni en la Monumental Plaza de Toros de Iñaquito, ni en la plaza Belmonte, nadie volvió a realizar espectáculos que cumplan los tres tercios de la lidia y, por el contrario, se entregan los premios a los toreros que actúan en estos “festejos taurinos incompletos”, por decisión de la autoridad de plaza pero, regresando vivos a los corrales de la plaza a los astados que participan en cada actuación. Y, por el contrario, es en los chiqueros de la plaza, donde se termina con la vida del animal. Por lo tanto, no entiendo cómo estos “seres raros” piensan que el burgomaestre no cumple con su cometido, dictado –lamentablemente- en la consulta de ese nefasto mayo del 2011.