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Con casi lleno en los tendidos, en tarde ventosa y de fresca temperatura, se han lidiado toros de Núñez del Cuvillo correctos de presencia, nobles, justos de raza y fuerza.
Morante de la Puebla, silencio y oreja tras aviso
Manzanares, oreja y oreja
Talavante, ovación y silencio.
El molesto viento condicionó el desarrollo de las faenas Gran expectación en el coso del Paseo de Zorrilla para ver la segunda actuación de Morante, tras su vuelta ayer en los ruedo en Jerez, casi se llenó la plaza, con público venido de toda la geografía nacional. El festejo comenzó con quince minutos de retraso, debido a las largas colas para acceder a los tendidos.
Plaza de toros de Valladolid con los tendidos llenos Poca historia tuvo el primero de la tarde “Vinatero” un toro que punteaba los engaños, Morante, al que molestó el viento, eligió terrenos de rayas para un trasteo casi íntegramente basado en la zurda, dejando algún natural de bella factura, dentro de un conjunto sin relieve. Desafortunado con los aceros.
En su segundo turno, con el cuarto, muy torero su inicio de faena por ayudados por alto, firmó sobre la diestra buenos momentos, con un toro que echaba la cara arriba a mitad del viaje. Molestó mucho el viento, lo que condicionó la búsqueda continua de terrenos más resguardados. Enjundia sobre la diestra en la corta distancia, en las tablas, faena de largo metraje de menos a más, rubricado con una estocada entera, perdiendo la muleta.
Jugó bien los brazos a la verónica Manzanares con el segundo, se desmonteró el Suso con los palos. Faena intermitente del alicantino sobre la diestra en la que hubo pasajes presididos por el empaque y la prestancia, cortas resultaron las tandas dentro de un conjunto discontinuo, con un toro que repitió en la embestida pero justo de fortaleza.
Manzanares, con el quinto, un toro más apretado de carne y ofensivo por delante, lo llevó a media altura, no pudo sacarlo a los medios por el viento. Corrió bien la mano diestra, con temple y continuidad sin embargo resultaron excesivos los tiempos muertos, con un toro tardo pero de buena condición. Feo el metisaca en el primer envite, dejó una estocada entera en la suerte de recibir en el segundo intento. Supo a poco.
Talavante principió la faena del tercero con estatuarios, tandas cortas por ambos pitones con un toro bondadoso pero de escaso fuelle, fácil el torero extremeño, dentro de un conjunto falto de relieve, de más voluntad que lucimiento. Estocada a la segunda, escupida y descabello. Sin opciones Talavante con el sexto un toro claudicante, decidió de forma acertada abreviar.
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