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Con más de un cuarto de entrada se han lidiado novillos de López Gibaja, de distinto juego.
Amor Rodríguez, ovación y silencio tras dos avisos
Pablo Mora, oreja y palmas
Francisco de Manuel, oreja y vuelta. Ha gustado Francisco de Manuel en Las Ventas. Foto: plaza1
Se lidiaron seis utreros de López Gibaja, procedencia J. P. Domecq, vía Toros de El Torero, criados en la finca “Los Baldíos”, situada en Oliva de Plasencia (Cáceres), que como se dice ahora “se dejaron”, de los seis novillos, los dos mejores fueron, el tercero y el sexto, que le tocaron al madrileño Francisco de Manuel, que supo aprovecharlos. De buena presencia los seis, con sus caras y pitones de utreros, sin exageración de kilos, tres ellos sobrepasaron apenas la media tonelada.
De los encartelados, sobresalió sin duda alguna, el madrileño Francisco de Manuel, al que poco le faltó para abrir la Puerta Grande, una meritoria oreja en el tercero y vuelta al ruedo en el que cerró festejo, perdiendo trofeo por el mal uso de las espadas. El otro chavea que logró trofeo fue Pablo Mora y Amor Rodríguez, palmas con saludo y silencio, le pasó factura su falta de verle los pitones a las reses.
Abrió plaza un torito, mansito que se dolió tanto ante el jaco como en el segundo tercio, nada vimos con la capa a Amor Rodríguez, que con la franela toreó en lejanías por ambos pitones, justito de todo, su actuación fue más bien discreta, eso sí acertado con el alfanje. Palmitas. Poco pudo hacer con su segundo que terminó rajándose. Insisto una vez más, no entender el brindis al respetable sabiendo la calidad del animal. Su actuación fue todo, pases y más pases, no trasmitiendo nada a los graderíos, acusó la falta de contratos. Escuchó hasta dos recados desde el palco y mal con los aceros.
Poca fuerza tuvo el novillo segundo, para el otro madrileño Pablo Mora, que con el capote res de res. La faena en algún momento tuvo merito, a mi entender estuvo más que aseadito, lo mejor llegó en el cierre de faena por manoletinas apretadas y desde luego la estocada entera arriba del que salió sin puntilla el novillo. Pañuelos por doquier y trofeo dadivoso de la Autoridad. El quinto, segundo de su lote, fue aplaudido de salida por sus buenas hechuras. El saludo capotero no existió, apenas lo probó con la pañosa, iniciando labor con la mano derecha mejorando en la segunda tanda, pero el resto de su quehacer no nos dijo nada, quizás algo los remates tras cada tanda. Despachó al bicorne de pinchazo y estocada casi entera delantera pero efectiva. Palmitas.
Lo mejor de la tarde lo hizo sin lugar a dudas Francisco de Manuel, primero en el tercero del festejo; ramillete de verónicas coreadas y tras la media, la primera ovación de la tarde. El segundo tercio los cubrió el chaval estupendamente, otra ovación. Claro lo vio y se fue a la boca de riego a brindar al respetable, iniciando en ese terreno se postró de rodillas, toreando primero por alto, luego pases en redondo bajando la mano, una tercera ovación, a menos fue por el pitón contrario, retornó a por derechas en muy buen tono, tiene muy buenas maneras y planta torera, hasta el momento lo mejor de la novillada. Con la tizona contundente. Albos pañuelos en todos los tendidos y oreja de mérito para el joven novillero. Bien armado y alegre de salida el sexto, un nuevo y excelente saludo con el percal, cinco verónicas acompasadas y media belmontina de remate, ovación al canto, El torero cumple muy bien en el segundo tercio por eso la afición lo ovacionó. En los medios y de rodillas tres derechazos de buena factura, más ovaciones para el joven espada que está en novillero, buen son y tono los naturales que se aplaudieron con fuerza, terminó faena con ayudados por alto que conectaron con el público. Fue una pena que la estocada cayese contraria, por ello tuvo que utilizar el de cruceta en dos ocasiones. Pañuelos que no atendió la autoridad y todo quedó en una vuelta al anillo. El madrileño deja una gratísima impresión.
El picador Jesús Vicente fue aplaudido tras picar al sexto de la tarde.
Y mañana más con la corrida goyesca.
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