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Una vez terminada la Feria de Riobamba “Señor del Buen Suceso”, se puede dar algunas apreciaciones, de los dos festejos que la compusieron: en primer lugar, es importante rescatar, el acierto de la empresa “Espectauros”, por conformar carteles muy bien rematados, para que los aficionados ecuatorianos a este arte, tengan la oportunidad de ver jóvenes toreros en nuestras plazas, que son verdaderas promesas, que se van haciendo espacio en las mejores ferias taurinas del mundo. Joaquín Galdós, el gran triunfador Hablo de toreros como Román Collado, José Garrido y Joaquín Galdós quienes, pese a su corta edad, van demostrando las ganas que traen de “comerse el mundo”, y de, destacar en esta maravillosa pero difícil profesión. Para muestra de lo dicho, basta con ver las actuaciones de cada uno el fin de semana pasado: Collado, quién se negó a ser reemplazado en su compromiso con la afición riobambeña a menos de 15 días de ser cogido en Sevilla, dejó ver su vergüenza torera y gustó mucho con su toreo templado, a pesar de no tener ayuda de los astados. Lo mismo sucedió con Garrido, a quién le tocó el peor lote de la tarde en la que toreó, pero que, de todas formas, no dejó pasar su oportunidad para demostrar el oficio que lleva y su superioridad sobre los toros malos.José Garrido con el capote Por su parte, el torero peruano Joaquín Galdós, dejó la mejor primera impresión en su debut por tierras ecuatorianas, con la magnífica faena realizada a un bello ejemplar de la ganadería de Campo Bravo, quien hizo honor al nombre de su hierro y embistió hasta que la autoridad le concediera el indulto. Sin duda, una faena histórica, que quedará grabada en la retina del aficionado. No se puede dejar de mencionar a Alberto Aguilar, un torero bueno, demostrado que logró sacar pases a sus toros que poco o nada ayudaron para el lucimiento. Es una pena pensar, que no se lo volverá a ver pisar un albero vestido de luces.Derechazo de Samper Destacable también la participación de los subalternos ecuatorianos como Javier Pacha “El Patatas” y Orlando Congacha, quienes cumplieron a carta cabal sus funciones. Por último, pero no menos importante, respecto de los toreros ecuatorianos, hay que decir que es clara la voluntad que existe por parte de los matadores nacionales de ganarse a la afición. De verdad da gusto verlos anunciados en los carteles de las principales ferias del país, pues no hay quién niegue que Ecuador, pide a gritos una figura del toreo, y eso, solo se logrará, si se permite que los nuestros puedan medirse con los extranjeros. Pero, no se debe descuidar el deber de estar preparados y de exigirse, cada día más, para pulir cualquier defecto, ya que, solo así seremos capaces de demostrar al mundo, que Ecuador sí tiene grandes toreros.
Fotos: Andrea Acosta
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