El público observa, actuantes presionando al juez, inclusive desde el burladero

Con tres cuartos de plaza se efectuó por tercer año consecutivo la corrida en Val’Quirico una población de Tlaxcala, cercana a la ciudad de Puebla, nuevamente fue de rejones.

Todo es toro, dicen por ahí

Pablo Hermoso de Mendoza sólo le puso un rejón de castigo a su primer enemigo, al burel le quedó fuerza; a ratos, el español mostró que es un gran rejoneador, toreó de costado, quiebros para banderillear, mató de un rejonazo trasero y como le pareció poco la oreja concedida se puso a limosnear la otra y el juez se la regaló.

Limosnear orejas le resta categoría al rejoneador Hermoso de Mendoza

Recibió al quinto con un rejón de castigo y luego invitó a su hijo a participar en la lidia, en algo que pareció decidido en el último momento. El público festejó que la lidia se diera por colleras, el novillo tenía calidad, pero nada del otro mundo. De pronto un grupito dipsómano empezó a gritar a favor del toro, le hicieron coro unos cuantos y de buenas a primeras el juez José Luis Andriano, ordenó el indulto ante la desconcierto de todo mundo. La chica que fungía como alguacililla llegó con dos rabos, le entregó uno a cada uno de los Hermosos. Sin recato dieron la vuelta al ruedo los rejoneadores y los ganaderos.

Buena exhibición de Luis Pimentel

Luis Pimentel tuvo una destacada actuación, se le vio seguro, exponiendo y logrando clavar banderillas con quiebros espectaculares. Sin embargo mató a su primero después de fallar hasta en tres ocasiones con el rejón de muerte. Con el cierra plaza estuvo bien, inclusive lo recibió a portagayola, cuando todo indicaba que cortaría una oreja, le concedieron las dos.

Reconocimiento a Gustavo Rugerio, el popular Lobo

A las 6:06 de la tarde fueron cargados a hombros los cuatro rejoneadores y el ganadero, como si se hubiera tratado de una corrida apoteósica.