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El 10 de febrero del presente año y con motivo de la realización de la feria taurina de Ambato, el Club de Aficionados Taurinos, una agrupación juvenil pro taurina, en colaboración con el Programa Víctor Barrio de España, y la empresa Citotusa, organizadora de la Feria “Nuestra Señora de la Merced”, tenían preparado una jornada con actividades que permitieran a toda la familia, disfrutar de un buen momento y aprender de manos de profesionales, la técnica del toreo; pero, sobre todo, existía la intención de que los más pequeños de la casa, tuvieran la oportunidad de tener un acercamiento con el mundo taurino, ya que, en el país se mantiene la prohibición de ingreso a las corridas de toros a los menores de 16 años.Niños y padres soñando en el toreo No obstante, esta buena y noble iniciativa, se vio truncada por una decisión judicial, en la que se resolvió restringir el ingreso a menores de 16 años a este evento, condición que quitó el sentido al evento y, por lo que, los organizadores creyeron conveniente suspenderlo, sin dejar de expresar su inconformidad con esta absurda decisión pues, hay que recordar, que se trataba de –únicamente- un toreo de salón, sin la participación de animales.Los niños repasando lo enseñado A pesar de todo esto, los aficionados y los miembros de la agrupación organizadora, se dieron cita en las afueras de la plaza de toros de Ambato, para alzar la voz por la libertad de los niños y, gracias a esto, fue posible ver a algunos pequeños que asistieron con sus trastos y vestidos de toreros para jugar a los toros con sus padres y sus amigos. Al plantón también se acercó el matador ecuatoriano Álvaro Samper, quien siempre se ha mostrado colaborador con este tipo de iniciativas, pues considera también que hay que cuidar la cantera de la afición.El matador Álvaro Samper enseña la técnica del toreo Con esto, se demuestra una vez más, que a pesar de que las autoridades se siguen mostrando “manipulables” frente a la sinrazón animalista, existe esperanza entre los aficionados y jóvenes activistas, que mantienen como bandera la lucha por la libertad, para asistir a una plaza de toros a observar un espectáculo tan lícito como cualquier otro.
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