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Un festejo a contracorriente enfrentó este martes 13 en Autlán de la Grana, Jalisco, el rejoneador español Andy Cartagena, dado que al torear sobre un ruedo en condiciones poco favorables, el caballo que montaba en las postrimerías de la faena al segundo de su lote, perdió las manos y cayó. En el trance, Andy se golpeó la cabeza y el brazo derecho contra las tablas y por añadidura el toro alcanzó a pisarle la cabeza. A pesar de lo ello, el pundonor del matador lo hizo permanecer en la arena y le dio muerte al astado que mostró genio y violencia desde que salió de toriles.
Foto de la lesión Tras salir de la arena, Cartagena perdió el conocimiento y cuando volvió en sí, no recordaba lo que había sucedió por lo que fue trasladado a un hospital de la localidad, donde le realizaron unos primeros estudios que determinaron que sufre fractura del radio del brazo derecho, así como una lesión de ligamentos. Estaba estimado que en el transcurso de la noche, sería trasladado en ambulancia a Guadalajara para realizarle otros estudios para descartar alguna lesión en el cráneo. Cabe señalar que ese toro también prendió al subalterno Miguel Angel Debo, el cual, por fortuna, sólo resultó con contusiones en todo el cuerpo.
Abrió el festejo Andy Cartagena con el toro llamado Autlense de la ganadería de San Martín que fue deslucido y con poca raza para embestir al caballo, por lo que desde que saltó al ruedo, Andy tuvo que llegarle mucho a la cara con el caballo Cuco para lograr la embestida. Le colocó un rejón de castigo. A lomos de Gorrión instrumentó una llamativa colocación de banderillas y ceñidas piruetas. En su labor predominó el temple a pesar de la escasa colaboración del ejemplar que se fue complicando conforme transcurrió la labor, ante lo cual, el rejoneador, tomó la sabia decisión de abreviar, lo cual, le fue agradecido por el público. Se montó en Brujita y tras un rejonazo completo, se retiró entre palmas.
Con el quinto, “A la Grana”, colocó un rejón y se dobló con el astado para luego adornarse al torear empleando la banderola. Puso otro rejoncillo al toro que mostró poder y complicaciones al no ser claro en sus embestidas. No obstante, logró una labor que primero fue de dominio y luego de lucimiento; ello a lomos de Cupido, en la colocación de banderillas. Entró en acción el grupo de Forcados de Querétaro que concretó la pega hasta el tercer intento. Sacó entonces a Humano para realizar la suerte de su especialidad, con el que formó un alboroto. Con Brujita colocó tres rosas en un pasaje de gran cercanía y exposición. Remató su labor con otra banderilla y cuando se disponía a matar, el toro derribó a su caballo.
Emiliano Gamero con el segundo, se esforzó por complacer al público pero el toro no le dio facilidades. En su afán, alargó la labor inútilmente. Silencio. En el otro dio vuelta al ruedo.
Los matadores de a pie Antonio Mendoza, palmas en su lote y Rafael Serna, palmas y ovación. La plaza se llenó. Toros de San Martín, complicados. Fue la última corrida de la feria.
Foto: Tadeo Alcina
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