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TOROS DE: Las Ventas del Espíritu Santo PARA: José María Manzanares, Cayetano y Guillermo Valencia.
La desvergüenza, el irrespeto, la mala leche, la incompetencia y la ignorancia, hicieron carrera esta tarde en Canaveralejo.
Ni la fecha tan señalada impidió que una pandilla de asesinos de La Fiesta, se hubiera abstenido de cometer sus fechorías.
Un “ganadero” sin pudor, Cesar Rincón, que por echarse al bolsillo 4 perras, se entrega a las asquerosas exigencias de un vulgar tratante de toreros, el Señor Matilla. No quisiera creer, que Curro Vázquez también haga parte de este cartel.
Una junta Directiva de la Sociedad Plaza de Toros de Cali, presidida por un estúpido presumido e ignorante muchachito, que no cuida más que los intereses de un grupo de los accionistas; olvidando que el 37% de las acciones son de la ciudadanía de Cali y el Valle del Cauca.
Un veedor y según dicen, asesor taurino, Manolo Estrada, que no tiene a su haber, más que las trapisondas aprendidas en su gestión anterior como veedor de toreros españoles.
Una Junta Técnica compuesta por amigos de los directivos de la plaza, que no tienen como ejercer sus funciones, porque no las conocen ni les importa. Y es que tampoco aprenden.
Un Presidente de corrida, Humberto Botero, que no aparece nunca al momento del primer reconocimiento y que solo piensa en su protagonismo.
Y para cerrar este cuadro de deshonor, empleados de tercer nivel que se prestan a manipular el pesaje de los toros a lidiar, generando así unas tablillas mentirosas.
Se parió la tarde de la efeméride enferma. Aceptaron la exigencia de montar una alternativa, para que el niño de Manzanares no abriera plaza, cosa que poco le gusta.
A partir de este exabrupto que implicó meter en el cartel un toricantano sin ningún mérito artístico, Guillermo Valencia, ya lo demás era para ellos coser y cantar.
Novillotes por toros. Nadie se va a complicar verificando edades. Y Matilla y su pupilo feliz.
Con lo que no contaban era con la reacción de un público tradicionalmente fiestero e ignorante taurinamente hablando, pero que hoy ante lo innegable reaccionó.
Desde tempranas horas, cuando salieron las fotos de la corrida en los corrales de la plaza por las redes sociales, la protesta fue general.
 Guillermo Valencia con las dos orejas. Foto: Alberto Suárez Resumen: Una mansada impresentable / Un nuevo torero saliendo en hombros con sus dos orejitas ganadas en una labor decorosa / Un Manzanares que dejó chispas de su buen quehacer / Un Cayetano en torero siempre y que hubiera merecido dos Toros y no dos remedos de toro.
Así las cosas, visto lo visto; apague y vámonos que este muerto ya hiede.
Para que cerrar con el Dios reparta suerte, que si él la reparte. En Canaveralejo la tiran al río… Porque no viene de ellos.
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