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Sexta corrida de
la Temporada Grande 2017-18 de la Monumental Plaza de toros México, celebrada
el día de navidad ante unas dos mil personas. En tarde-noche agradable se
lidiaron seis toros de Rancho Seco, desiguales de presentación (sobresalieron
2º, 4º, y 5º), y de pobre juego: deslucidos, descastados, sueltos, y algunos
manseando. Actuaron los siguientes matadores de toros: Fabián Barba: palmas, y
oreja tras aviso. Antonio Romero: palmas, y
división de opiniones. Gerardo Adame: oreja, y
palmas. Se guardó un minuto de
aplausos en la memoria de los matadores de toros Fabián Ruíz y Juan Silveti
Reynoso, fallecidos respectivamente en días recientes, y en la víspera de
navidad.  Otra buena exhibición de Fabián Barba Los toros de Rancho Seco no
cambiaron la inercia de la temporada, estancada a consecuencia de la pobrísima
materia prima que produce nuestro campo bravo. Sosos y deslucidos, todos
barbearon las tablas e hicieron por saltarlas, algunos mansearon y huyeron de
la pelea, y otros tuvieron con peligro. Así salieron los toros tlaxcaltecas,
poco emparentados ya con el resto de las ganaderías de origen González. La
torería, escogida de entre esa amplia lista de matadores de toros en
condiciones menesterosas, no dejó pasar la oportunidad de levantar la mano en
el mayor escaparate mediático de nuestra fiesta brava.
De cara a unas cuantas manchitas
de gente en los tendidos se jugó la vida Fabián
Barba. La constancia del hidrocálido vale todos los reconocimientos de la
afición, sobre todo ante el ninguneo de una fiesta que ya le debe un mejor
sitio. Ante Navideño –n. 188, 518 kg.–
tuvo pocas posibilidades, pues la embestida rebrincada y descompuesta del cárdeno
cornicorto se recortó poco a poco. Destacaron los cambios de mano, a los que la
res embistió humillada por el lado izquierdo, y los detallitos por bajo. Irónicamente,
el toro no tuvo un pase al natural. Mató de dos pinchazos y estocada caída para
escuchar palmas.
 Rancho Seco siguió la inercia negativa de la temporada El cuarto de la tarde, Mesonero –n. 197, 512 kg.–, fue un negro
entrepelado muy serio y rematado, al que le pusieron en la tabla un peso
sinceramente risible, casi una broma, sobre todo cuando se les ocurrió el
chasco de ponerle veinte kilos más al segundo de la tarde. Cambió la empresa,
pero se quedaron algunas viejas mañas. Este toro le permitió a Barba mucho
lucimiento con la capa, ligando largas de rodillas, y chicuelinas ya puesto en
pie. Se engolosinó quitando con otra docena de chicuelinas, intercaladas las
primeras con tafalleras. Demasiados capotazos para un toro que resintió el castigo
rápidamente.
Con Mesonero ya parado, el aguascalentense puso la entrega, el valor, y
el aguante. Su disposición se vio premiada hacia el final de una larguísima
faena, cuando extrajo algunos pases sueltos, sobre todo de pecho, y una
dosantina en redondo toreando muy a media altura. El mérito mayor fue del
soberbio estoconazo que dejó Barba con una entrega temeraria. Dejar ese
espadazo con tanta verdad le valió tres volteretones, uno de ellos terrible,
empitonado del abdomen antes de proyectarse un par de metros hacia arriba. El
toro volvió a hacer por él en el suelo y hacia los adentros, salvándose de otro
achuchón fuerte quizás por los efectos del acero. No más de dos pasos dio Mesonero antes de caer patas pa arriba.
La petición fue rotunda, y Barba, desprendido de las asistencias, sumó una
oreja más a su largo historial en La México.
 Momento de apuro de Fabián Barba Antonio Romero reapareció de forma gris tras la tremenda cornada de
marzo pasado, mientras cuajaba a un toro de Piedras Negras. Desde los potreros de Rancho Seco, vecinos de la dehesa piedrenegrina, vino Peregrino –n. 126, 536 kg.–, un bonito cárdeno
descarado de pitones, pero sin el volumen para completar los kilos que le
restaron al cuarto para ponérselos a este en la pizarra. De juego fue manso con
peligro, se escupió de las varas, y en la muleta echó miradas amenazantes hacia
el torero, y se venció hacia el bulto. Romero intentó ligar al natural con la
muleta retrasada sin éxito, antes de optar por el toreo de aliño. Mató de
estocada caída y escuchó aplausos.
El zacatecano vino a menos
lidiando a Tigrillo –n. 155, 498 kg.–,
que tuvo algo más de estilo y recorrido, pero no de transmisión ni
acometividad. No obstante, la gente se dio cuenta de que Romero no se acomodó y
no encontró la distancia, sobre todo después de ligarle un par de naturales de
buena factura que no pudo repetir. El tendido se endureció, pues se puso del lado de un toro bastante a menos, que acabó soso y muy parado. Mató tras de pinchar y
dividió las opiniones.
 Toño Romero, sin suerte Gerardo Adame completó la tercia con una actuación riñonuda, llena
de ganas de querer ser. Redentor –n. 182,
514 kg.–, fue otro toro serio, un tanto escurrido de carnes, pero con cara. Le
castigaron bastante en las varas, y Barba usó su turno al quite con lucidas
gaoneras. El matador en turno reviró con estrujantes saltilleras cambiando el
pitón en el último momento, que pusieron a la plaza de pie. Este toro sin duda
fue el de mejor condición de la tarde, con acometividad y recorrido, aunque sin
humillar. Gerardo se gustó toreando por ambos pitones, usando un codilleo muy
personal, que gustó a los tendidos a pesar de restar largueza a los pases. Por
el lado izquierdo los trazos tuvieron más profundidad, pero menos ajuste. Conectó,
pues, con el tendido, incluso cuando el toro, desfondado, ya no decía nada. Mató
de media estocada en buen sitio y cortó una oreja, que es lo importante para
que los toreros toquen pelo y consigan contratos.
 Un Adame más, con el pie derecho El sexto, Galileo –n. 189, 510 kg.–, de plano no tuvo condiciones para el
lucimiento, y Adame poco pudo hacer con él, además de alargar de más su
trasteo. Mató de estocada trasera y descabellos, ante una Plaza México que poco
a poco le conoce, y que lo ha aceptado cariñosamente. Salvia nueva para una
fiesta alicaída, que necesita de barajear sus cartas con inventiva para formar carteles
atractivos y recuperar el vuelo.
 Otra estampa del joven hidrocálido *Fotos: Luis Humberto García "Humbert".
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