inicio / opinion y toros
 
   
   
Inicio
Editorial
Opinión
División de Opiniones
El Arte del Rejoneo
Reportajes
Mano a Mano
Tribunas
Noticias
San Isidro
Enlaces
Novedad Quiénes somos
Buscador OyT
   
 
Previsión del tiempo para MADRID
 
 
Gracias por seguir con nosotros
 
25/12/2017
  (Temporada Grande-México) Fabián Barba y Gerardo Adame salvaron del naufragio a la sexta de La México con actitud. Con Rancho Seco, cero y van seis fracasos ganaderos
 
Firma: Jorge Eduardo
 
     
 

Sexta corrida de la Temporada Grande 2017-18 de la Monumental Plaza de toros México, celebrada el día de navidad ante unas dos mil personas. En tarde-noche agradable se lidiaron seis toros de Rancho Seco, desiguales de presentación (sobresalieron 2º, 4º, y 5º), y de pobre juego: deslucidos, descastados, sueltos, y algunos manseando. Actuaron los siguientes matadores de toros:

Fabián Barba: palmas, y oreja tras aviso.

Antonio Romero: palmas, y división de opiniones.

Gerardo Adame: oreja, y palmas.

Se guardó un minuto de aplausos en la memoria de los matadores de toros Fabián Ruíz y Juan Silveti Reynoso, fallecidos respectivamente en días recientes, y en la víspera de navidad.


Otra buena exhibición de Fabián Barba

Los toros de Rancho Seco no cambiaron la inercia de la temporada, estancada a consecuencia de la pobrísima materia prima que produce nuestro campo bravo. Sosos y deslucidos, todos barbearon las tablas e hicieron por saltarlas, algunos mansearon y huyeron de la pelea, y otros tuvieron con peligro. Así salieron los toros tlaxcaltecas, poco emparentados ya con el resto de las ganaderías de origen González. La torería, escogida de entre esa amplia lista de matadores de toros en condiciones menesterosas, no dejó pasar la oportunidad de levantar la mano en el mayor escaparate mediático de nuestra fiesta brava.

De cara a unas cuantas manchitas de gente en los tendidos se jugó la vida Fabián Barba. La constancia del hidrocálido vale todos los reconocimientos de la afición, sobre todo ante el ninguneo de una fiesta que ya le debe un mejor sitio. Ante Navideño –n. 188, 518 kg.– tuvo pocas posibilidades, pues la embestida rebrincada y descompuesta del cárdeno cornicorto se recortó poco a poco. Destacaron los cambios de mano, a los que la res embistió humillada por el lado izquierdo, y los detallitos por bajo. Irónicamente, el toro no tuvo un pase al natural. Mató de dos pinchazos y estocada caída para escuchar palmas.


Rancho Seco siguió la inercia negativa de la temporada

El cuarto de la tarde, Mesonero –n. 197, 512 kg.–, fue un negro entrepelado muy serio y rematado, al que le pusieron en la tabla un peso sinceramente risible, casi una broma, sobre todo cuando se les ocurrió el chasco de ponerle veinte kilos más al segundo de la tarde. Cambió la empresa, pero se quedaron algunas viejas mañas. Este toro le permitió a Barba mucho lucimiento con la capa, ligando largas de rodillas, y chicuelinas ya puesto en pie. Se engolosinó quitando con otra docena de chicuelinas, intercaladas las primeras con tafalleras. Demasiados capotazos para un toro que resintió el castigo rápidamente.

Con Mesonero ya parado, el aguascalentense puso la entrega, el valor, y el aguante. Su disposición se vio premiada hacia el final de una larguísima faena, cuando extrajo algunos pases sueltos, sobre todo de pecho, y una dosantina en redondo toreando muy a media altura. El mérito mayor fue del soberbio estoconazo que dejó Barba con una entrega temeraria. Dejar ese espadazo con tanta verdad le valió tres volteretones, uno de ellos terrible, empitonado del abdomen antes de proyectarse un par de metros hacia arriba. El toro volvió a hacer por él en el suelo y hacia los adentros, salvándose de otro achuchón fuerte quizás por los efectos del acero. No más de dos pasos dio Mesonero antes de caer patas pa arriba. La petición fue rotunda, y Barba, desprendido de las asistencias, sumó una oreja más a su largo historial en La México.


Momento de apuro de Fabián Barba

Antonio Romero reapareció de forma gris tras la tremenda cornada de marzo pasado, mientras cuajaba a un toro de Piedras Negras. Desde los  potreros de Rancho Seco, vecinos de la dehesa piedrenegrina, vino Peregrino –n. 126, 536 kg.–, un bonito cárdeno descarado de pitones, pero sin el volumen para completar los kilos que le restaron al cuarto para ponérselos a este en la pizarra. De juego fue manso con peligro, se escupió de las varas, y en la muleta echó miradas amenazantes hacia el torero, y se venció hacia el bulto. Romero intentó ligar al natural con la muleta retrasada sin éxito, antes de optar por el toreo de aliño. Mató de estocada caída y escuchó aplausos.

El zacatecano vino a menos lidiando a Tigrillo –n. 155, 498 kg.–, que tuvo algo más de estilo y recorrido, pero no de transmisión ni acometividad. No obstante, la gente se dio cuenta de que Romero no se acomodó y no encontró la distancia, sobre todo después de ligarle un par de naturales de buena factura que no pudo repetir. El tendido se endureció, pues se puso del lado de un toro bastante a menos, que acabó soso y muy parado. Mató tras de pinchar y dividió las opiniones.


Toño Romero, sin suerte

Gerardo Adame completó la tercia con una actuación riñonuda, llena de ganas de querer ser. Redentor –n. 182, 514 kg.–, fue otro toro serio, un tanto escurrido de carnes, pero con cara. Le castigaron bastante en las varas, y Barba usó su turno al quite con lucidas gaoneras. El matador en turno reviró con estrujantes saltilleras cambiando el pitón en el último momento, que pusieron a la plaza de pie. Este toro sin duda fue el de mejor condición de la tarde, con acometividad y recorrido, aunque sin humillar. Gerardo se gustó toreando por ambos pitones, usando un codilleo muy personal, que gustó a los tendidos a pesar de restar largueza a los pases. Por el lado izquierdo los trazos tuvieron más profundidad, pero menos ajuste. Conectó, pues, con el tendido, incluso cuando el toro, desfondado, ya no decía nada. Mató de media estocada en buen sitio y cortó una oreja, que es lo importante para que los toreros toquen pelo y consigan contratos.


Un Adame más, con el pie derecho

El sexto, Galileo –n. 189, 510 kg.–, de plano no tuvo condiciones para el lucimiento, y Adame poco pudo hacer con él, además de alargar de más su trasteo. Mató de estocada trasera y descabellos, ante una Plaza México que poco a poco le conoce, y que lo ha aceptado cariñosamente. Salvia nueva para una fiesta alicaída, que necesita de barajear sus cartas con inventiva para formar carteles atractivos y recuperar el vuelo.


Otra estampa del joven hidrocálido

*Fotos: Luis Humberto García "Humbert". 

 
     
   
     
   
     

  haznos tu página de inicio   
 
EL FINAL DE UNA ETAPA
LLEGAMOS A DONDE QUISIMOS. PUNTO Y SEGUIDO
ETERNAMENTE… GRACIAS
Op. / Castro
Editorial del Mes
Op. / Plá
EL FINAL DE UNA ETAPA
LLEGAMOS A DONDE QUISIMOS. PUNTO Y SEGUIDO
ETERNAMENTE… GRACIAS
 
D. MÁXIMO GARCÍA PADRÓS: El Ángel de la Guarda de los toreros
¿QUÉ HA SIDO LO MEJOR DE LA TEMPORADA 2018?
LA FERIA QUE LO CAMBIA TODO
Mano a mano
Div. Opiniones
Reportajes
D. MÁXIMO GARCÍA PADRÓS: El Ángel de la ...
¿QUÉ HA SIDO LO MEJOR DE LA TEMPORADA 2018?
LA FERIA QUE LO CAMBIA TODO
 
TOROS EN QUITO: DE MAL EN PEOR /
UNA ETAPA MÁS /
NO VALE RENDIRSE /
Op. / Ecuador
Op. / España
Op. / Venezuela
TOROS EN QUITO: DE MAL EN PEOR
UNA ETAPA MÁS
NO VALE RENDIRSE
TODAS LAS NOTICIAS DE CADA PAÍS
España   Francia   Portugal   Colombia   México   Ecuador   Perú   Venezuela 
 
Oyt en Facebook
 
Oyt en Twitter
 
 
     
 
 
 
     
escucha el pasodoble  
 
 
   
  opinionytoros.com  
© diseño web BIT FACTORY, S.L.
Antolín Castro Luis Pla Ventura