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La tarde del sábado 16, la Cincuentenaria Plaza de Toros Monumental Román Eduardo Sandia de Mérida, Municipio Libertador del Estado Mérida, Región Los Andes de Venezuela, fue fiel testigo de sentida afición y pasión taurina de un niño que en el graderío de los bajos de sombra, se dió su propia clase práctica infantil, sin trauma ni daño psíquico alguno. El inicio de su magistral clase práctica infantil Los aficionados que acudimos al coso taurino merideño a presenciar el Festival Taurino Sabatino, no nos quedó otra que desviar nuestra atención de la faena del alternante de turno para observar, casi extasiados, al niño que con suprema maestría infantil, digna de admiración, ejecutaba de salón, pases con su pequeña muleta, imitando lo que él miraba en la arena, hacer al torero.
Todo un mimo infantil torero Fue toda una verdadera magistral clase práctica infantil protagonizada por este chaval que en su inocencia torera, brindó su propio homenaje a la Plaza de Toros Monumental Román Eduardo Sandia dejándonos bien sentado, que lleva muy dentro sí, sangre torera, ese gusanillo taurino que tanto profesionales del toro como aficionados a la Fiesta Brava, tenemos en nuestra humanidad.
No perdió detalle de la faena del torero Que mejor regalo para nuestra Cincuentenaria Román Eduardo Sandia que la página que este pequeño aficionado escribió en su larga historia taurina, que recordaremos por siempre y nos insta a continuar nuestra lucha para fortalecer, mantener, impulsar, difundir nuestra Fiesta Brava y olé.Recordaremos por siempre el ejemplo que nos deja
Fotos: Carlos Raúl Lobo Díaz.
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