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Con cerca de menos de un tercio del aforo de plaza se realizó la novillada previa a la tradicional Feria Taurina del Señor de los Milagros, que tuvo como colofón una digna despedida de la novillada el nacional Carlos Cabello quien saludó desde el tercio recibiendo la ovación del respetable que se concentró ayer en Acho.  Los tres espadas desmonterados por ser primera vez que pisan el albero de Acho En tarde nublada, con poco público en Sombra y al más en Sol, se lidiaron seis novillos bien presentados del hierro de La Centinela de propiedad de Hernán Velarde y Gabriel Tizón, que resultaron complicados y con peligro, que desarrollaron sentido; cuyo replanteo ganadero seguro será la primera reflexión de sus propietarios.
Ángel Sánchez, saludó desde el tercio y silencio
Román Martínez, silencio y cogido
Carlos Cabello, silencio y saludo desde el tercio.
La Plaza de Acho abrió sus al mediodía en medio de gran expectativa del público que vio al viejo monumento histórico muy bien pintado, mostrando las remodelaciones que sus organizadores Casa Toreros Consorcio Perú han realizado éste año como parte del contrato que tienen firmado hasta el 2,020 con la Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana, que es la dueña de Acho.
El hispano Ángel Sánchez mostró su calidad y dominio en el ruedo que puso a prueba con los morlacos de La Centinela a los que les pudo matar con capacidad de futuro matador de toros que en una temporada más seguro tomará la alternativa. En todo m omento se mostró por sobre las condiciones de sus novillos. Siempre aplomado y buscando torear despacio logró calar en los tendidos con su toreo de clase. Tuvo que hacerse cargo de un tercer novillo tras la cogida de Román Martínez. La espada le privó de las opciones de triunfo que se ganó con la muleta.
Mucha voluntad y derroche de alegría mostró el novillero mexicano Román Martínez, alumno de la escuela azteca que marcó la clase de sus lances donde estampó su variedad con el percal, expuso en banderillas y puso intención en agradar en el trasteo con la pañosa. Fue cogido aparatosamente en el quite al segundo se su lote, pasando a la enfermería para ser diagnosticado de múltiples poli contusiones con pérdida momentánea de conocimiento, derivado a una clínica limeña para mayor estudio de resonancia magnética.
Carlos Cabello se estrenaba en el albero limeño y, aunque bisoño en el quehacer taurino, fue un conjunto de ganas y disposición, buscando además torear con gusto y clase. El torero peruano se expresó garboso con el capote y con la pañosa fue capaz de calentar a la afición y no volver nunca la cara. Sufrió sendas volteretas con su primero en dos ocasiones, pasó a la enfermería a revisión siendo diagnosticado con un esguince de tercer grado en el ligamento colateral medio de la rodilla izquierda, pendiente de revisión médica. Aun así lidió el sexto de la tarde al haberse corrido turno y expuso ante un novillo que no dejaba nada fácil. Luego de la estocada fue despedido entre palmas.
La Feria Taurina del Señor de los Milagros para éste domingo 5 de noviembre anuncia un gran cartel donde la expectación está en la terna conformada por las figuras de la tauromaquia Enrique Ponce, Andrés Roca Rey y con la presencia del destacado torero peruano Joaquín Galdós, quienes lidiaran ganado español de Daniel Ruiz, ganador del Escapulario de Plata del 2015. La tablilla con los novillos de La Centinela  Ángel Sánchez en un derechazo  Carlos Cabello en un natural  Román Martínez es cogido  El mexicano es trasladado al tópico de la plaza Fotos: Umberto
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