Con más de un tercio de entrada se han lidiado tres toros de José Escolar (1º, 3º y 5º) y tres toros de Ana Romero, de distinto juego.

Iván Vicente, ovación tras aviso y pitos

Luis Bolívar, palmas y vuelta

Alberto Aguilar, silencio tras dos avisos y silencio.

Luis Bolívar en su vuelta al ruedo

Con una temperatura agradable y con algo más de un tercio de entrada tuvo lugar la primera corrida de a pie de la Feria de Otoño en la plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo de la Capital de ESPAÑA y que correspondía al 3º desafío ganadero entre los toros procedentes del encaste Saltillo de José Escolar y lo de procedencia Santa Coloma de Ana Romero.

Este festejo tuvo mucho interés, primero por el comportamiento del ganado en esta vez sí hubo una competición y por la presencia de una terna muy del gusto de la afición madrileña, que a la postre salió más que satisfecha, quizás el único pero el largo metraje del festejo, su duración, dos horas y media, pero ya esto no llama la atención, porque ya es casi una normalidad en los madriles, hoy nadie se aburrió ni bostezó en los tendidos; cuando hay toros hay fiesta.

El madrileño Iván Vicente estuvo pulcro, el colombiano Luis Bolívar hizo lo mejor de la tarde en el quinto al que fulminó de contundente espadazo y el otro madrileño que completaba la terna Alberto Aguilar, no entendió ni supo comprender a sus dos “enemigos”.

Los tres toros con el hierro de José Escolar, lidiados en primer lugar, palmas en el arrastre, el tercero pitos camino del desolladero y el quinto escuchó palmas. Los de Ana Romero: segundo ovacionado, para el cuarto pitos y para el sexto división de opiniones, los seis ejemplares muy bien presentados, con buenas armaduras, encastados cumpliendo en las cabalgaduras y hasta derribando como lo hizo el que cerró plaza, todo acudieron de largo en el tercio de varas, galoparon claros en el segundo tercio, los únicos que presentaron ciertas dificultades fueron, el tercero y el cuarto. El peso medio en la romana de los seis fue de 542 kilos.

Iván Vicente al natural

Iván Vicente al burel primero lo saludó con tres buenas verónicas rematadas con una media cartelera por ello escuchó aplausos. Con el trapo rojo las tandas diestras fueron de menos a más, pero por el pitón contrario le perdió pasos en los naturales, luego fue mejorando su actuación con la mano zocata, al cambiar de mano intentó bajarla pero el burel cambió y pegó derrotes, bueno fue el final de faena. Entró a matar en la suerte natural y dejó una estocada entera pero tendida, utilizando el de cruceta en dos ocasiones. Palmas con saludo. Un toro guapo era el cuarto pero complicado que ya apuntó con el percal y más aún en la muleta, dadas las condiciones del animal optó por tocarle los costados preparándolo para darle muerte con una estocada entera traserilla doblando el correoso animal. Silencio en los tendidos.

Bolívar con la izquierda en el quinto

El segundo toro de salida fue aplaudido por las bonitas hechuras, al que el caleño Luis Bolívar apenas sobresalió en una media verónica con el percal. Tras el brindis al respetable ejecutó una tanda de pases con la diestra más el forzado que llegaron a los tendidos que fueron a más por ese pitón y la ovación tronó en las gradas, tomó la pañosa con la zurda citando de frente dándole el pecho unos largos naturales rematando la labor con doblones enjundiosos como colofón y dejando un espadazo contundente del que salió muerto sin puntilla. Palmas para el colombiano. En su segundo bien con la capa y mejor aún con la muleta, escuchando sendas ovaciones al torear muy toreramente tanto por el pitón derecho como por el siniestro, a mi entender realizó lo mejor de la corrida; tras tomar la tizona y como epílogo una serie de doblones estupendos; se perfiló en corto y entró por derecho con la toledana dejando un espadazo contundente y el cuatreño sin puntilla. Fuerte petición de trofeo, que no atendió la autoridad y todo quedó en una vuelta al anillo con devolución de prendas.

Aguilar con la diestra

El que no tuvo demasiada suerte fue el otro madrileño Alberto Aguilar. Al tercero de la corrida no supo entenderlo dadas sus complicaciones y tampoco supo qué hacer con el bichejo, desfondado pidió la espada con la que nos dio un verdadero sainete, escuchando dos recados desde el palco. Pitos para el toro y también para el torero. Tampoco le vimos en el sexto de la corrida, al que toreo siempre en las lejanías, para mí que hoy por h o por b, no fue su tarde, eso le pasa a cualquiera. Poco podemos destacar en su haber, en su lote silencio para el torero.

De la cuadrilla de Luis Bolívar destacaron los picadores Ismael Alcón y Félix Majada que fueron muy aplaudidos camino del patio de caballos, así mismo con los palitroques fueron aplaudidos Gustavo García y Fernando Sánchez que saludaron, los rehileteros también a las órdenes de Bolívar. Palmas para el picador Francisco Sánchez de la cuadrilla de Aguilar.

Iván Vicente aplaudido camino del patio de cuadrillas, Luis Bolívar ovacionado y Alberto Aguilar pitado camino del hotel.    

Fotos: Muriel Feiner