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Con media entrada en los tendidos se han lidiado toros de Domínguez Camacho (1º,5º y 6º) y Soto de la Fuente (2º, 3º y 4º) bien presentados y con matices pero de buen juego en líneas generales. Curro Díaz, dos orejas en ambos
Diego Urdiales, oreja y dos orejas
Román, oreja y ovación. Una corrida muy entretenida que hizo que todo lo que se viera en el ruedo tuviera interés con un festejo sin duda para buenos aficionados. Si uno lee el resultado numérico en cuanto a trofeos, ni más ni menos que ocho orejas, puede dar la equivocada visión de que fue un festejo triunfalista cuando en verdad no lo fue. Fue precisamente eso, mucha verdad, lo que se vio en las manos de Díaz y Urdiales, verdad sin algarabías ni fuegos de artificio en las de Román lamentablemente que no tuvo la misma fortuna con su lote se le vieron las grandes ganas frenadas por la condición de sus astados.
Emotivo recuerdo a José Tomás Reina Rincón Previo a la corrida se ha rendido tributo esta tarde al diestro José Tomás Reina Rincón con motivo del decimoquinto aniversario de su asesinato en tierras peruanas. Al acto asistieron el padre y el sobrino del malogrado torero ciudadrealeño, que han recibido todo el cariño de los aficionados y particularmente del alcalde, José Lozano y del presidente del Club Taurino “Almodóvar”, Carmelo García, guardándose al finalizar el paseíllo un respetuoso minuto de silencio.
Curro Díaz con la diestra Abrió la tarde Curro Díaz con un toro que lució unas grandes perchas con el que el de Linares tragó y mucho. El de Domínguez Camacho con una áspera embestida y soltando mucho la cara no fue para nada una perita en dulce. Decisión y firmeza por parte del torero frente al tosco comportamiento del toro al que supo impregnarlo con su lidia consiguiendo series logradas cuando doblegó e impuso su ley al toro. Tras pinchazo y estocada casi entera paseó las dos orejas.
El cuarto de la tarde ya mostró su mayor virtud desde el capote, la humillación y la clase, por ello, lo llevó largo con el capote su peón Oscar Castellanos. Curro Díaz consiguió firmar una gran faena con ese gran toro mostrando lo mejor de su toreo y el buen momento profesional que está viviendo. Certero con la espada cortó las dos orejas con una fuerte petición de rabo, un colofón a una completa tarde de este torero.
Udiales al natural Diego Urdiales impregnó de arte la plaza con su buen toreo de capa en sus dos toros con lances que fueron auténticos carteles de toros. Hablábamos al principio de esta crónica de la verdad y fue esa la que nos enseñó Urdiales durante toda la tarde. El ejemplo de lo que debe ser un toreo con recuerdos a ese toreo clásico, ese toreo que enamora a los aficionados y enarbolando como bandera la clase, y eso amigos o se tiene o no se tiene. Categoría en sus dos trasteos pero sobre todo la cumbre llegó en el quinto de la tarde un toro que no fue nada fácil con el que cuajó la faena soñada evitando los tropiezos en la muleta a base de temple y buen hacer y aguantando el tipo impertérrito con una torería envidiable en todo lo que hizo a recordar esa última serie al natural. Un total de tres orejas de mucho peso paseó este enorme torero de Arnedo.
Román con la izquierda Cerraba la terna Román que sustituía al todavía convaleciente David Miranda. Se le esperaba con ilusión en cuanto se conoció la noticia de su inclusión en el cartel y lamentablemente nos quedamos con las ganas de poder ver su frescura y espontaneidad. El poco juego de los toros que le tocaron en suerte lastraron las opciones de Román; su primero un toro muy parado al que cortó una oreja con el que intentó poner la sal y la pimienta que le faltaban al astado, y su segundo, se vino a menos en la muleta pudiendo cortar algún trofeo si no fuera por el repetido fallo con el estoque.
Fotos: Teresa Torres
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