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Primera corrida de la Feria Toro
2017 en la Plaza de toros “Conchita
Cintrón” del Centro Caballar “Los Azulejos” en Atizapán de Zaragoza, Estado de México.
En tarde nublada, con leves ráfagas de viento, y un poco de sol hacia el final
del festejo, se reunió algo más de un tercio del aforo para contemplar la lidia
de cuatro toros con sangre Parladé del hierro de El Garambullo. La corrida estuvo bien presentada a pesar de no ser ni
descarda ni bonita por delate, y dieron buen juego en términos generales,
sobresaliendo el muy buen tercero de la tarde, de nombre Andobas –n. 129, 529 kg.-.Encabezaron a las cuadrillas los
siguientes matadores de toros: Pepe López: ovación, y oreja, Brandon Campos: palmas, y ovación
tras aviso. Saludó en el tercio Diego
Martínez tras ponerle banderillas al cuarto de la tarde. Con las varas destacó César Morales picando al tercero, llevándose una fuerte ovación.  Grata sorpresa de Pepe López No cabe duda de que la vitrina que ofrecen aquellos que hacen fiesta
brava por y para la fiesta misma, guiados por su criterio taurino y no por
otros intereses, es la mejor luz que se puede ofrecer en el medio taurino. Y es
que Feria Toro, además del acierto
de programar a la ganadería de El
Garambullo, rescató para el público capitalino a dos toreros en condiciones
complejas, y qué quién sabe hasta cuándo tendrían la oportunidad de verse
anunciados en México.
Hablamos, en primer lugar, de Pepe
López. El michoacano tuvo una carretada de oportunidades en la Plaza
México, y a pesar de algunos triunfos, incluyendo el indulto de un toro de Santa María de Xalpa, había tenido
muchos problemas para conectar con el público. Pepe reapareció en la zona
metropolitana dispuesto a cambiar la onza. El primero de su lote fue Viajero –n. 125, 485 kg.— negro,
bragado, y delantero de cornamenta. Tuvo buen recorrido por el pitón izquierdo
pero más claridad por el derecho, y que exigía que le pisaran el terreno. Ahí
estuvo Pepe, quizás un poco encima del toro por momentos, pero extrayendo pases
de mucha calidad sobre todo por el pitón derecho. Por el izquierdo era más
complicado quedar en el sitio, por lo que los momentos de lucimiento fueron un
poco más esporádicos. No tuvo suerte con los aceros, y fue ovacionado.  López citando a Viajero Redondeó al mejor lote el estupendo Andobas
–n. 129, 529 kg.--, negro, bragado, y tocado del pitón izquierdo. Tuvo un
lado derecho para recrearse haciendo el toreo tal y como lo hizo López desde
que se abrió de capa. Un racimo de verónicas cuajó el michoacano,
estupendamente rematadas con una gran media. Pepe está largo, templado,
sintiendo lo que hace, y transmitiendo mediante su tauromaquia el gusto que le
da el estar frente a los toros. Bordó pues el pitón derecho de embestidas
deletradas y nobles, quizás con el único pero de no buscar más ligazón, pero
parando el tiempo en redondo, e insertando los adornos con torería, buen gusto,
temple, y estética. Por el lado izquierdo no hubo conexión en la medida en que
el toro se quedó más corto y Pepe prefirió abreviar el momento intermitente en
vez de porfiar. Mató de pinchazo y media en buen sitio para cortar una merecida
oreja. El astado fue ovacionado en el arrastre.
 Dibujando el pase con la derecha el michoacano Brandon Campos por el otro lado es
un torero que perdió regularidad tras de su alternativa, y se le habían
escamoteado los grandes escaparates de las plazas mexicanas, y también de la
temporada española, donde se formó y fogueó en su etapa con Tauromagia
Mexicana. En consecuencia de su trayectoria taurina, Brandon es un torero de un
corte distinto al de su alternante, por lo que se complementaron en lo que
resultó una tarde muy interesante. Su primero fue Aventurero –n. 121, 510 kg.-- , muy parecido al primero de la
tarde, y que a pesar de lo prometedor que apuntó de salida, vino a menos tras
de darse una vuelta de campana. En consecuencia estuvo muy parado, por lo que
Brandon pudo lucir sus recursos técnicos y su oficio, siempre en busca del
procedimiento adecuado para ayudar al toro. No obstante, solo obtuvo pases
sueltos, de entre los que destacaron algunos detalles pintureros. Mató de dos
pinchazos y estocada para taparse entre aplausos.
 Brandon Campos le puso disposición toda la tarde... Bishón –n. 119, 529 kg.— fue
un toro más bien feo de hechuras, puesto que a pesar de su buena conformación
en lo que se refiere a las carnes, su cornamenta abruptamente veleta afeaba su
lámina. No falló la res en cumplir con lo que su lámina anunciaba, y fue el
negrito del arroz. Se empleó poco y se paró rapidamente, truncando las
intenciones del potosino de concretar un triunfo numérico. Sin embargo, Campos está como si trajera diez o doce
corridas en el cuerpo, denotando lo intenso de su preparación y lo sólido de su
sustento técnico. Anda en el ruedo con seguridad y atino, además de con
disposición de agradar, sin dejarse ganar la pelea. La gente le premió con
ovación todo ese conjunto de aptitudes, a pesar de que el lucimiento artístico
llegó a cuenta gotas dadas las condiciones de Bishón. Mató de dos pinchazos y descabello justo tras de sonar el único
aviso de la tarde. Destacó con este toro Diego
Martínez clavando los palos en la misma cara.
 ...y por momentos logró el lucimiento En términos generales, y a pesar de todas las dificultades, la primera
corrida de la Feria Toro fue un éxito rotundo. El marco que ofreció el Centro Caballar Los Azulejos y su
plaza Conchita Cintrón resultó de
auténtico lujo, conjunción de un desarrollo ecuestre a todo lujo, y el sabor
campero que provee el auténtico oasis de la Zona Esmeralda de Atizapán, a unos
cuantos metros del Parque de los Ciervos. Este sitio a salvo de la depredación
inmobiliaria que arrasa sin control apenas unos cuantos kilómetros arriba, con
un ambiente tan taurino, con una organización tan bien lograda, buen ganado y
toreros dispuestos a agradar a toda costa, invita a asistir a los toros a pesar
de la lejanía. Anímese el próximo sábado, se la va a pasar bien desde el
transporte, mismo que la empresa invita, y que sale desde la Plaza México.
 No se arrepentirá de conocer Los Azulejos
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