Foto archivo

Noble pero echando la cara arriba a mitad de muletazo el primero. Se movió y tuvo duración el segundo. Le costó tomar la muleta al tercero. Con calidad y buen son el cuarto. Flojo el quinto. Áspero resultó el sexto.

La primera de feria había dejado el listón alto, sin embargo en la segunda de abono se superaron los registros de la tarde anterior.

Los tres diestros salieron en volandas del coso de Campos Góticos, triunfos con argumentos diferentes, en una nueva tarde triunfal en Palencia.

Oficio de El Juli, ambición de Roca Rey, valor y savia nueva de Luis David Adame.

El Juli se mostró muy por encima de la deslucida condición del primero, un toro soso que no acabó de romper, con la cara a media altura. Faena sobre el derecho en un palmo de terreno. Estocada muy defectuosa, trasera.

Roca Rey entregado desde el recibo en el segundo, con una larga cambiada de rodillas en los tableros, hubo ajuste y mano baja en las chicuelinas de recibo. Tras un simulacro de suerte de varas estuvo vistoso en el quite por altaneras. Más vistosa que racional la apertura de faena, con cambiados por la espalda marca de la casa. Sin gobierno ni mando, recorrió mucha plaza. Sin embargo Roca Rey se acopló en terrenos de toriles con “Trasnochado”, un toro que se movió y embistió por abajo largo. Se templó el peruano, firmando los mejores muletazos, corrió bien la mano en naturales de mano baja y trazo largo. Faena de menos a más rubricada por un espadazo tras ejecutar unas luquecinas en el tramo final.

Luis David Adame, que entró por la via de la sustitución, no quiso ser el convidado de piedra en la mesa de las figuras. Mano baja en el galleo por chicuelinas para dejar al tercer toro en el caballo. Sin renuncia en el quite por gaoneras. Eficaz tanto Jarocho en la brega, como Miguel Martín y Mellinas con los palos. Le costaba tomar la muleta a “Recepcionista”, el torero hidrocálido atornilló las zapatillas. Buena colocación y muleta por delante en los cites con un toro incierto. En el tramo final libró un cuerpo a cuerpo, aguantó las miradas de “Recepcionista” sin pestañear. Tras unas ajustadas bernadinas a modo de broche ejecutó un soberbio volapié, hasta las cintas.

Tras una caótica lidia del cuarto toro en los primeros tercios, El Juli, al que le molestó el viento, se salió a los medios. El madrileño firmó una faena en la que tiró de oficio y recursos, tuvo ritmo, con altibajos por la búsqueda de terrenos abrigados del viento, llegando los mejores momentos sobre la diestra con un toro manejable. Metió la mano con habilidad dejando estocada casi entera.

Con el destartalado quinto, un toro basto, feo de hechuras, el limeño no tuvo opciones de lucimiento ante la claudicante embestida del animal. Roca Rey no le pudo apretar en una voluntariosa faena, sin brillo.

Buen puyazo de Manuel José Bernal al sexto. Adame volvió a dar la cara con un toro bronco y áspero, algo reservón en su embestida. Faena porfiona, de más voluntad que lucimiento. No se aburrió Adame buscándole las vueltas a “Terciopelo” que no hizo honor a su nombre. Desafortunado con los aceros.